28 de marzo de 2024

Las encuestas son como las rellenas o morcillas

3 de octubre de 2017
Por José Ferney Paz Quintero
Por José Ferney Paz Quintero
3 de octubre de 2017

José Ferney Paz Quintero 

Cada semana los medios informan sobre las encuestas respecto a las inclinaciones de la opinión pública en el tema de candidaturas presidenciales, generando un efecto sicológico que tiene a cierta clase política en la encrucijada sin saber a quién adherirse como buenos camaleones  que lo son, en donde el discurso principal de los aspirantes gira en torno a la paz, la corrupción, la mala hora  de la justicia, la crisis de los partidos y muy poco sobre la hacienda pública, la economía, los aspectos fiscales de la nación, así como lo referente a la seguridad  ciudadana, y al desempleo, que al decir de los especialistas deben ser los temas prioritarios de quien aspire  ser  el  presidente para el periodo 2018- 2022.

No sobra recordar la frase utilizada por el entonces candidato Álvaro Gómez Hurtado cuando al ser indagado sobre su último lugar de las preferencias electorales frente a la aspiración del liberal Virgilio Barco, confesó, “que las encuestas son como las rellenas o morcillas inventadas en Boyacá y producidas con la sangre de los cerdos. Son muy ricas pero es mejor no saber cómo las hicieron y quien las contrata.”

Ahora bien, no se puede desconocer que este sistema constituye un instrumento inigualable para captar la voz de los diferentes estamentos ciudadanos, como espejo en que pueda examinarse las inquietudes de la opinión pública, requiriéndose para ello se cumplan ciertos protocolos para garantizar la veracidad del sondeo, que  van desde quien  hace la encuesta, quien la pagó, cuándo se hizo, el universo de votantes probables, cómo fueron seleccionados los entrevistados, cómo se presentaron las preguntas y el margen de  error, por cuanto ninguna encuesta puede pretender ser definitiva o exactas.

Cierto es, que los sondeos y las encuestas hacen parte de nuestro paisaje  preelectoral, que bien sirven para orientar la voluntad del ciudadano votante o dejarlo en una incertidumbre o vacilación cuando de por medio no se tiene  una firme convicción política o ideológica, corriendo el riesgo de caer en el campo  de la manipulación, cuando se emplea  como  arma para golpear al adversario, con cierta anuencia oficial, muchas veces con la magnificación y errónea interpretación por los medios de comunicación cuando estos han tomado partido en la contienda electoral.

También se ha dicho que estos métodos de medición ciudadana dan origen al voto útil, utilizado por aquel votante indeciso que desea participar con un voto ganador, con la consigna, “si es el que va  punteando, votemos por él.” Pero a diferencia, trae consigo beneficios para los candidatos de puestos secundarios, por cuanto los obliga a rediseñar las campañas, la búsqueda de nuevos apoyos, alianzas de última de hora, aunque sea con el enemigo y contradictor del pasado, buscando atajar al contrincante, vendiendo una mejer imagen frente al electorado.

No hay duda que el tema de las encuestas que tanto preocupa a la clase política es polémico, pero sin desconocer que el ciudadano y eventual elector ha madurado en el momento presente, hay mayor conciencia política sobre la importancia del voto, y por quién se vota, siendo todavía muy alto el porcentaje de abstencionismo, sobre la premisa cierta que la mejor y real encuesta, es la que se produce el día de la elección, el resultado de las urnas,  lo demás  es  especulación y adrenalina al máximo.

Adenda Uno: El congreso liberal  del 28 y 29  de septiembre pasado demostró   la existencia de un partido organizado, disciplinado, pero respetando el  libre disenso, dándose sus órganos  de dirección  como   cuerpo soberano que lo es, vinculado con los sectores sociales, con mucha juventud, el regreso  por la mística de partido  perdida en los últimos años, con ansias de ser alternativa de poder, con precandidatos comprometidos en aceptar el resultado de la consulta del mes de noviembre, de donde saldrá un candidato único que enarbole la bandera  roja  en  coalición  con sectores afines a su política de partido popular.

La frase del dramaturgo español  José zorrilla y moral, “ los muertos  que vos  matáis gozan de buena salud,” fue traída  por  Horacio Serpa  para  demostrar el vigor  de una colectividad  que muchos con sus actuaciones temerarias  han deseado extenderle la partida defunción, finalizando con el símil de la presencia de un partido vivo, libre de polvo y paja.

La plaza pública  y la CALLE,  serán los escenarios  futuros del  liberalismo, para bien de la poca democracia que nos queda,  como fortalecimiento de lo que debe entenderse por estado social de derecho, siendo esta la tarea del  nuevo timonel, el ex presidente Gaviria y el equipo que lo acompañará en la  reconquista del poder político  administrativo en Colombia.

Adenda Dos: Un pacto por  la justicia, es  el anuncio desde Pasto, que más parece un chiste, como eje central para la reforma de la justicia,  con la  participación  o liderazgo de las  Cortes como órganos  rectores del sistema judicial.

Necesario hacerle entender al gobierno nacional, que estos organismos  también están en el ojo del huracán, que  la sociedad  sana del país, como la comunidad jurídica  los cuestionan por la forma como han operado en los últimos años, los abusos en el ejercicio jurisdiccional de varios de sus  miembros, los privilegios  que se les otorga, la morosidad  para sus fallos, los viajes internos  y el turismo internacional , los  exagerados permisos judiciales por mes, las horas de clase en el horario laboral, las sindicaciones de carácter penal a  varios de sus ex integrantes por dudosas sentencias quienes no fallaban individualmente sino haciendo sala con sus pares colegas,  contribuyendo por acción o por omisión en el caos de la desconfianza ciudadana frente al estamento judicial.

La reforma a la justicia, si se desea que sea real, efectiva,  que  beneficie al ciudadano de a pié, debe salir de  las esferas judiciales, y  consultar  a los diferentes estamentos de la sociedad civil, la academia, litigantes,  estudiosos del derecho, por cuanto el juez es depositario de una soberanía que le ha entregado la sociedad y a la cual  también ha de rendirle cuentas.

El usuario de la justicia clama por una justicia pronta, cumplida, eficaz, eficiente, trasparente, respeto por el debido proceso, y los términos legales, fácil acceso a la misma, dejando de lado las interpretaciones subjetivas, generadoras de los errores jurisdiccionales.

Pedirle a las Cortes, hoy cuestionadas que intervengan en una reforma estructural a la justicia, es  empleando un símil, como pedirle a los presos  de la picota  intervengan en  una reforma al codito penal.

Está por verse si el impulsor de la reforma que se  insinúa lo pueda ser el actual min justicia, con rabo de paja, cuando siendo consejero de estado  se sumó  a esculpir con el cincel del favorecimiento, convirtiendo en institucional  el período del fiscal de la época, ( Sr Monte alegre) cuando el marco legal lo definía como individual, recibiendo  meses después  un millonario contrato de quién resultó ser beneficiario por fallo judicial , hoy flamante asesor de palacio..

Razón le asiste al columnista Ramiro Bejarano cuando refiriéndose al anuncio de la reforma judicial  por parte del gobierno, la califica como un desastre nacional, con el sustento  respectivo.

De mal en peor, en materia tan sensible para la paz social.

Bogotá, Octubre  3 de 2017