28 de marzo de 2024

La biodiversidad también es humana

4 de octubre de 2017
Por Gonzalo Quiñones V.
Por Gonzalo Quiñones V.
4 de octubre de 2017

Por Gonzalo Quiñones V.

Sustentados en las últimas manifestaciones de la madre naturaleza dejando una estela de desgracias y desolación tanto físicas como morales, destrucciones masivas, grandes conglomerados con el agua hasta el cuello, casas y edificios desentechados; estructuras residenciales en grave riesgo de desplomarse; vendavales y huracanes y tornados que arrasan todo a su paso llevándose y destruyendo casas enteras, árboles, vehículos y que convierten todo en débiles cometas que vuelan sin control. Ya son miles las personas muertas, mientras que los damnificados llegan con facilidad a millones de personas y familias sin nada. Muchas pierden la esperanza, se sienten abandonadas.

Frente a este “cementerio de tragedias” los gobernantes reciben los calificativos como indiferentes; falta de presencia y acción de los estados. Así es la vida, diría Juan Pueblo, mientras que las estadísticas siguen registrando catastróficos alcances. Aunque se evidencia progreso tecnológico en la tarea del rescate de víctimas, surge con fuerza inusitada la IMPOTENCIA, las limitaciones de las instituciones de socorro y las personas de actúan como espontáneos colaboradores. Los registros son verdaderamente dantescos. Muy dolorosos…

Regresando al título de la presente nota, la biodiversidad no es estática, es dinámica, es un sistema en continua evolución, tanto en cada especie, como en cada organismo o ser vivo individual. La naturaleza tiene que ser para cada persona o comunidad, o entidad y los gobernantes una expresión excelsa del poder de Dios.

En este punto respeto creencias en contrario, pero todo lo que tiene que ver con la naturaleza, allí suena fuerte el eco del Dios creador. Y es nuestro hogar. Su labor productiva se desarrolla en el más sagrado de los silencios de la vida misma.

Pero la biodiversidad está siempre amenazada principalmente por la acción humana, por usted y yo, por los terratenientes sin escrúpulos en sus ambiciones de expansión y dominio, la ignominiosa obsesión por la tala de los arboles de los bosques y parques y dé muchas zonas urbanas, o sea la deforestación de los campos. Por la criminal conducta de la minería ilegal, el envenenamiento de los ríos y fuentes hídricas con una gran variedad de químicos y basuras sin control. Surgen también en su era respectiva los sonados incendios forestales y los cambios bruscos del clima y desde luego en todo el ecosistema como tal. No podemos desconocer que la biodiversidad está conectada a la ciencia y la salud. Una biodiversidad armónica emana el progreso armónico de todas las regiones. ¡No se nos puede olvidar que la biodiversidad también es humana! Pensemos bien…