Veinte curiosidades del idioma español
(Recopilación de Jairo Arcila Arbeláez)
- El vocablo *«reconocer»* se lee lo mismo de izquierda a derecha que viceversa.
- En el término *«centrifugados»* todas las letras son diferentes y ninguna se repite.
- En *«aristocráticos»*, cada letra aparece dos veces.
- El vocablo *«cinco»* tiene a su vez cinco letras, coincidencia que no se registra en ningún otro número.
- El término *«corrección»* tiene dos letras dobles.
- Las palabras *«ecuatorianos»* y *«aeronáuticos»* poseen las mismas letras, pero en diferente orden. A esto se le llama Anagrama.
- Con 23 letras, se ha establecido que la palabra *«electroencefalografista»* es la más extensa de todas las aprobadas por la Real Academia Española de la Lengua, RAE.
- Con nueve letras, *«menstrual»* es el vocablo más largo con solo dos sílabas.
- *«Mil»* es el único número que no tiene ni «o» ni «e».
- La palabra *«pedigüeñería»* tiene los cuatro firuletes que un término puede tener en nuestro idioma: la virgulilla de la *ñ*, la diéresis sobre la *ü*, la tilde del *acento* y el punto sobre la *i*.
- La palabra *«euforia»* tiene las cinco vocales y solo dos consonantes.
- La palabra *«oía»* tiene tres sílabas en tres letras.
- La RAE admite vulgarismos del tipo *»almóndiga»*, *»asín»*, *»setiembre»* o *»madalena»*.
- El origen de «ojalá» es la expresión árabe *law sha’a Allah* («Si dios quisiera»).
- Aunque muchos aún no lo saben, las letras *Ch* y *Ll* fueron eliminadas por la RAE en 1994.
- La única palabra que contiene dos veces cada una de las cinco vocales es *«guineoecuatorial»*
- La palabra *«argentino»* puede ser transformada en *«ignorante»* (otro Anagrama).
- La única palabra con cinco erres es: *«ferrocarrilero»*
- *«Noveno»* es la única palabra de tres sílabas que a la que se puede quitar la del medio sin que pierda significado. *«Noveno»* = *«Nono»*
- Las palabras más largas sin letras repetidas son:
*«Calumbrientos»* (13)
*« Centrifugados»*(13) y *«Vislumbrándote»*(14).
Tolón Tilín
El finadito Carlos Cadavid, “Carepato”, solía hacer chascarrillos de este calibre: “Me está rasculo el cando”