La Voz de Antioquia
Por Rodrigo Pareja
No es, ni mucho menos, la heráldica de algún connotado dirigente político, cívico, religioso o empresarial, que entre otras cosas no lo hay en estos momentos de decadencia en casi todos los aspectos que tienen que ver con el devenir de la comunidad.
Se trata de otra, ella sí, emblemática y añorada con nostalgia, por haber hecho parte fundamental de la historia de la radio en su mejor época, no solo en este departamento sino en Colombia: La Voz de Antioquia, una emisora como pocas ha habido en esta nación.
Hay que celebrar en consecuencia, el regreso al dial de este nombre cenital en la radio colombiana, surgido en la década de los cuarenta y convertido, pocos años después, en el eslabón principal de la cadena Caracol, junto con emisoras Nuevo Mundo, de Bogotá, y la Voz del Río Cauca, de Cali.
La Voz de Antioquia vuelve a partir del 11 de agosto a los radios y el oído de los colombianos con toda la grandeza que encierra su nombre, y sobre todo con la respetabilidad que él impone y representa, en esta época en la que gran parte de la radio se ha convertido en una inaudible vergüenza.
Esto último, sobre todo en el segmento del FM, donde a diario la lucha por la sintonía está basada en el chiste flojo, procaz, de doble sentido, a la burla y el insulto, ante la pasividad cómplice de un mal denominado Ministerio de Comunicaciones, muy dedicado eso sí a la parte tecnológica pero ausente por completo a la inmensa tarea que le corresponde de fomentar la cultura y el entretenimiento amable y respetuoso.
En contraste con lo que hoy es detestable en buena parte del dial, vale la pena evocar esos años en que la radio colombiana, encabezada por la que se generaba en este departamento, hacía parte de su época de oro y alcanzaba los máximos créditos y reconocimientos en todo el continente.
Si bien es cierto que en la actualidad la radio que se hace está a la altura de las mejores en materia noticiosa, en otros campos como el entretenimiento, la cultura y la sana diversión ostenta mínima calificación.
Recordar nombres gloriosos como los de Rodrigo Correa Palacio, Jaime y Otto Trespalacios, Baltazar Botero, Pablo Emilio Becerra, Carmen Riera, Lola Ramírez, Pastor Londoño, Gerardo Moscoso y Gustavo Giraldo Cardona, para mencionar algunos, es consuelo grato al comparar esas figuras con el grito, la vulgaridad y patanería del momento.
Volviendo al hecho que nos ocupa, la reaparición de la histórica y respetable Voz de Antioquia, que volverá a escucharse de nuevo desde el próximo viernes en los 1.080 del a.m., ahora marca registrada de la Cadena Radial Júpiter, es algo que tiene que recibirse como un bálsamo en el doloroso espectro radial soportado por los antioqueños y colombianos en general.
Ese día, 11 de agosto, se cumple otro aniversario de la independencia de Antioquia, y ojala el coincidencial hecho sirva para que el sufrido oyente que merece respeto, se independice también de la coyunda vulgar a la que está sometido en la actualidad por buena parte de la radio local.
En buena hora, pues, reaparece la vieja y gloriosa Voz de Antioquia, cargada de tradición, de grandes ejecutorias y de buenos recuerdos.
TWITERCITO: Si se justificará tanta inversión y tanta tecnología en la radio para preguntar, con ridícula solemnidad, cómo está el cielo en Pekin ?
Nota: El autor es concesionario actual de La Voz de la Nostalgia y lo será de La Voz de Antioquia