28 de marzo de 2024

Sector gubernamental busca sintonizarse con caficultores

13 de julio de 2017
13 de julio de 2017

Medellín, 13 de julio_ RAM_ El sector gubernamental también ha tenido voz en el Primer Foro Mundial de Productores de Café.

Representantes de gobiernos de diversos países mostraron hoy, en un panel ministerial, que muchas de sus inquietudes con respecto a su respectivo sector cafetero coinciden con las de los propios productores, a las cuales buscan dar respuesta.

Mbarga Atangana, Ministro de Comercio de Camerún, resaltó la importancia que el café, al igual que el cacao, tiene en su PIB nacional y agrícola, representado en su mayoría por productores pequeños, empleando 3 millones de personas.

Debido a la diversificación de su economía, el café ha ido perdiendo peso y la producción ha caído a apenas 25 mil toneladas anuales, de las cuales 3 mil son de café arábigo, lo cual resta protagonismo a su país en la industria global. Atangana hizo un llamado a la banca internacional a ayudarlos a recuperar la producción, que buscan jalonar mediante un aumento del consumo interno del grano.

También contó que trabajan de la mano con asociaciones como la Agencia de Cafés Robusta de África y Madagascar (ACRAM) y países como Vietnam para compartir experiencias.

En representación de sector público de Vietnam, Nguyen Anh Tuan, de Ipsard, expuso que en su país 650 mil familias se dedican a la caficultura y que en un área cafetera relativamente pequeña muestran altos niveles de productividad.

Retos compartidos con otros países productores que Tuan mencionó son los bajos precios del grano, un mercado fluctuante y la variabilidad climática, lo que ha requerido esfuerzos institucionales en investigación y desarrollo, productividad y medio ambiente. “Hemos creado políticas de apoyo a los caficultores con nuevas variedades, certificaciones de café, sellos de sostenibilidad”, refirió.

Vietnam ha buscado también retener a los jóvenes en la caficultura, y aunque para Tuan el consumidor paga precios razonables por una taza de café, reconoció que algo está mal en la cadena. “Algo entre consumidor y productor no funciona bien”, dijo.

Por México, el Subsecretario de Agricultura Jorge Narváez presentó un video para mostrar los aportes del sector agrícola a su economía nacional. Y en un anuncio que sorprendió por su envergadura, dio a conocer que se han fijado como meta llegar a producir 15 millones de sacos de café en 15 años, una meta ambiciosa, en parte estimulando también el consumo interno.

Por Angola, el Embajador Nelson Cosme describió lo importante que fue el café para el país africano hasta inicios de los 80, al grado de que figuraban entre los primeros exportadores mundiales, pero que la guerra de independencia destruyó muchas hectáreas y se tradujo casi en un abandono del campo. La diversificación de la economía hacia el petróleo tampoco ha ayudado, por lo que un gran reto de política pública es reactivar su sector cafetero, lo que incluye asistencia técnica.

En representación del Ministerio de Agricultura de Brasil, el Secretario de Política Agrícola, Neri Geller, expuso que han buscado impulsar la caficultura con políticas de crédito y comercialización, y con un creciente enfoque en la sostenibilidad ambiental. La regularización de títulos de propiedad también ha sido de ayuda.

Por Tanzania, el Ministro del ramo, Charles Tizeba, reconoció que es importante dar voz a los productores (en foros como el que se celebra en Medellín), que algo no funciona bien cuando el dinero no llega hasta los productores y que tras el pacto mundial de cuotas que se rompió en 1989, debe buscarse, de alguna forma novedosa, restablecer el equilibrio que había entre oferta y demanda, con precios más justos.

Otros panelistas que expusieron el estado de la caficultura en sus respectivos países, así como medidas adoptadas para impulsarla o recomendaciones para enfrentar problemas similares fueron el Ministro de Agricultura de Uganda, Vincent Ssempijja; el investigador Patric Seal, por Ghana, y el Ministro de Agricultura dominicano, Ángel Estévez, lo que confirmó que muchos de los desafíos de la caficultura, con algunas pequeñas variantes, son realmente comunes a todos los productores, lo que facilitará el consenso a la hora de plantear soluciones.