28 de marzo de 2024

El hedor es sideral

11 de julio de 2017
Por Rodrigo Pareja
Por Rodrigo Pareja
11 de julio de 2017

Por Rodrigo Pareja

Es de  suponer que las  EPS invierten millones de pesos en la compra de Ibuprofeno y Acetaminofen, los cuales a manera de placebo recetan a sus usuarios  un día sí y otro también, droga milagrosa que les permite esquivar medicamentos de mayor valor y  con las que creen sanar todos los males  que padece el colombiano promedio sometido  al pésimo sistema de salud  que rige en Colombia.

De hoy en adelante  la mayor preocupación de esas entidades  para  tener un abastecimiento generoso que por  su  volumen les resulte económico, debe ser  la compra de mascarillas ante el hedor insoportable que hay en todos los  ámbitos de   la vida nacional.

Colombia navega mar adentro  unas aguas  pestilentes,  y todavía no se alcanza a  divisar una orilla en la cual recalar para tomar un respiro en esta desbocada carrera,  donde la corrupción va bastante adelante de quienes la aprovechan políticamente diciendo que la van a alcanzar  y combatir.

Cualquiera que aspire a un cargo público, desde la Presidencia hasta la última curul del más pequeño y olvidado Concejo, se  proclama enemigo de  la corruptela y propone cruzadas contra ella para erradicarla definitivamente del panorama.

Todos los colombianos parecen estar ahora a salvo de cualquier falta anterior, leve o grave, y posan de pulquérrimos y portaestandartes de la honestidad,  ajenos totalmente a la podredumbre que asfixia al país, colmo si con ellos no fuera  la cosa, aunque todos sean responsables por acción o por omisión.

Se tiene la falsa  sensación de que en días pasados alguien impartió sobre esta corrompida nación  una especie de  bendición Urbi et Orbi que borró de manera instantánea todos los torcidos anteriores, dejando  a los miles de aspirantes a cualquier cosa,  libres de mancha y pecado y listos para comenzar de nuevo.

Si un extraterrestre llegara en estos momentos a Colombia, encontraría a cincuenta millones de habitantes impolutos, sin pecado alguno, repletos de grandes virtudes, alba su alma y limpia su conciencia, pues de acuerdo con el panorama que plantean los aspirantes a todo, aquí no ha pasado nada ni ellos son responsables.

Todos izan la bandera de la rectitud y anuncian lucha sin cuartel contra la corrupción, sin tener en cuenta o echando al olvido que ese cáncer ya carcomió a muchísimos de ellos, a algunos en compañía de sus copartidarios y amigotes financiadores de sus pasadas campañas.

A grandes males grandes remedios suele pregonar el colectivo, para señalar que cuando se tienen al frente inmensas dificultades también las soluciones deben ser de tamaño colosal  para poder superarlas, pues para el caso no sirven las curitas, paños de agua tibia y cataplasmas.

Para justificar la farisea bandera que ahora enarbolan cuando se ambicionan los votos del 2018 para corporaciones legislativas y presidencia de la república, deberían en forma simultánea demostrar que sí fueron honestos y transparentes en el pasado, y nada mejor entonces que exponer sus dos declaraciones de renta:  una cuando entraron a ejercer cargos,  y otra cuando salieron de  ellos. No arrancar de cero y absueltos como pretenden algunos de  ellos.

Hay todavía mucho tiempo para ir desenmascarando a tantos falsos predicadores  que en ancas de  una pulcritud que no tienen, cabalgan imperturbables hacia unas elecciones que, si los  colombianos no abren el ojo, son rigurosos y examinan con lupa los antecedentes,  solo servirán para que la corrupción  y la viveza de algunos pocos sigan entronizadas acabando con el  país.

Se construye con el ejemplo y  no con perorata vacía y frases huecas que no saben a nada y dicen menos.  Habrá  alguno de los aspirantes a tanta cosa, que sea capaz de someterse a  la pruebita de las dos declaraciones de renta?  Seguro que a sus émulos les sacaría una gran ventaja en credibilidad y en votos.

TWITERCITO: Si se concreta lo de  las mascarillas, en algunas entidades oficiales habrá que complementarlas con otras de oxígeno pues la fetidez es insoportable-