28 de marzo de 2024

Contra depradación, defensa solidaria de Río Blanco

7 de julio de 2017
Por Hernando Salazar Patiño
Por Hernando Salazar Patiño
7 de julio de 2017

Por Hernando Salazar Patiño

Frente al blanco gris del cerro, / a par del río, la ruta
divisa con ansiedad / álamos, perfil de lluvia.                                                                                         
Junto a las trémulas hoja / alguien,  solitario nunca,
 habla a solas  con el río. Álamos de brisa y musa? 

 Mansamente el río traza / su recreo curva a curva,
 mientras en  leve temblor / los álamos se dibujan. 

 Y tan verdes como el río, / follaje a follaje arrullan
 al dichoso de escuchar / álamos de casi música. 

 Dichoso por la ribera / quien sigue el río que aguza
 la compañía en el agua, / en los álamos la fuga!

“Álamos con río” Jorge Guillén

La clase dirigente hace avergonzar a Manizales y a sus hijos, avergonzarnos de la ciudad en que nacimos y a la que hemos amado.

Las ansias desmesuradas de enriquecimiento de una constructora sin escrúpulos, con una trayectoria de depredación criminal con la naturaleza, en pleno siglo de cambio climático, ha hecho todos los cálculos posibles, incluyendo el arrollidamiento ante su «distinción» y apellidos, a los funcionarios responsables de los recursos ambientales, del presente y el futuro de los manizaleños.

Hasta de un tesoro vivo, frágil e inerme como un osito de anteojos, gran atractivo exclusivo de una región, de los niños, de los amantes del aire y del agua pura, se aprovecharon de su inermidad, y clandestinamente lo desterraron del que fue su medio natural por veinte años, porque estorbaba sus propósitos. Las posteriores justificaciones hipócritas para el hecho, son una burla a la razón natural y a los ciudadanos de hoy. Los gerentes de organismos protectores del medio ambiente, se pusieron a su servicio y están dotando al insensato e incomprensible proyecto, de toda la infraestructura necesaria, para que cuando la ley y la justicia y el reclamo de una sociedad que no quiere ser despojada de su mejor riqueza, se imponga, se tenga que resignar ante los hechos cumplidos e irreversibles.

Por favor, los de la página en Facebook de historia gráfica y patrimonio, actúen.  Y los amorosos y sensibles fotógrafos de nuestros paisajes, ayúdennos en este grito que los nocivos predadores juzgan inaudible, con drones y fotografías de Rio Blanco y el enclave de la hacienda La Aurora, para ojalá no seguir llorando sobre lo que perdimos y dejamos perder por nuestra pasividad e indiferencia.

Ya dije que el amor a la ciudad no es solo nostalgia y recuerdo, es acción, desinterés, franqueza y nobleza. Paisanos, pregunten por lo que se pretende con lo que la ciudad tiene de privilegiado. Los que acabaron con el bello paraje de La Florida, quieren seguir con todos los entornos de esta «colina inspirada». Gracias los amigos, por auparme de nuevo. Solicito igual a los  parientes y amigos de Pereira, que aunque no lo crean, siguen dándonos ejemplo de un envidiable civismo y una solidaridad ciudadana, de la que carecemos, y cuyas voces airadas por lo del terreno del batallón San Mateo, han sido escuchadas.

Aquí, después de casi treinta años de alcaldes ingenieros y técnicos, que pavimentaron parques y derribaron árboles, cada uno concursando sobre cuál tumbaba más, y de ahí las tragedias invernales de las que se han lavado las manos, se nos abrió una perspectiva de esperanza con el nuevo alcalde por provenir del campo aledaño a la ciudad, de La Linda, legendario lugar desde la fundación, y por no ser ingeniero. Pero la capacidad clonadora de ciertos prósperos epígonos de la clase dirigente, para con los de origen de estratos populares, o sencillos, y supuestamente más solidarios y defensores de la comunidad, también lo deslumbró, o se dejó convencer de unos constructores, que lo miran por encima del hombro, como acostumbran.

Los hermanos de Armenia, los del Eje Cafetero, los orgullosos del Gran Caldas y que saben qué fue y significó esta región de grandeza humana,    vincúlense; no entiendo el silencio de columnistas, historiadores y sociedades cívicas. Hay que desarrollar estrategias. No sé cómo les fue a los de la nueva generación, la generación verde, en el debate en el Concejo Municipal. El concejal Marín, «solo contra el mundo», ha estado a la altura.

Una derrota más, y Manizales ya no tendrá esperanza. Será un pueblo encementado, cada vez más provinciano y sin interés, evocando el pasado, y hablando de lo que pudo ser y no fue.