La tragedia de Guatapé, una cadena de irresponsabilidades
Como se vea la tragedia ocurrió debido a que en la embarcación había sobrecupo de pasajeros y, lo peor, por no haberse colocado el chaleco salvavidas. Es imposible y hasta increíble que una persona usuaria de estos servicios y hasta una familia completa acepten utilizar un servicio de esta clase sin el uso del chaleco.
Claro que el mayor grado de esta irresponsabilidad está a cargo de los propietarios de la empresa que embarcan personas hasta el nivel del hacinamiento y sin chalecos salvavidas sin importarles las consecuencias fatales que hoy estamos lamentando.
La tragedía pudo ser aún más grave; como lo vimos en las imágenes de la televisión fueron muchos los motoristas de embarcaciones que acudieron al lugar en forma inmediata y salvaron a numerosas personas, de lo contrario los fallecidos hubieran sido mucho más.
Según el Código Nacional de Navegación y Actividades Portuarias Fluviales, en el artículo 19, se establece que “las embarcaciones que presten el servicio de turismo, recreación y deporte, deberán estar dotadas de los equipos técnicos de salvamento, tales como chalecos salvavidas, equipos de primeros auxilios, bombas de achique y demás implementos para prevenir cualquier accidente”.
El mismo código indica en el artículo 32 que “ninguna embarcación podrá salir de puerto en donde exista autoridad fluvial sin que esta haya otorgado el respectivo permiso de zarpe” y para la obtención de dicha autorización se exigen: lista de pasajeros (que tampoco tenía «El Almirante» ), certificado de inspección técnica y matrícula, pólizas vigentes exigidas en los reglamentos y certificado de carga máxima de la embarcación.