28 de marzo de 2024

¿Quién empacó tu paracaídas?

Por Tomás Nieto
13 de abril de 2017
Por Tomás Nieto
13 de abril de 2017

el campanario

(Compilación de Jairo Arcila Arbeláez) 

Charles Plumb era piloto de un bombardero en la  guerra de Vietnam.

Después de muchas misiones de combate, su avión fue derribado por un misil.

El Capitán Plumb se lanzó en paracaídas, fue capturado y pasó seis años en  una prisión norvietnamita. A su regreso a Estados Unidos,  daba conferencias relatando su odisea, y lo que aprendió en la  prisión.

Un día estaba en un restaurante y un hombre lo  saludó:

Le dijo “Hola, usted es Charles Plumb, era piloto en Vietnam y lo  derribaron verdad?” “Y usted, ¿cómo sabe eso?”, le preguntó Plumb.

“Porque yo empacaba su paracaídas. Parece que le funcionó bien, ¿verdad?”

Plumb casi se ahogó de sorpresa y con mucha  gratitud le respondio.

“Claro que funcionó, si no hubiera funcionado, hoy yo no estaría aquí.”

Estando solo Plumb no pudo dormir esa noche, meditando:

¿“Se preguntaba Cuántas veces vi en el portaviones a ese hombre  y nunca le dije buenos días, yo era un arrogante piloto y él era un humilde marinero?”

Pensó también en las horas que ese marinero paso  en las entrañas del barco enrollando los hilos de seda de cada paracaídas, teniendo en sus manos la vida de alguien que no conocía.

Ahora, Plumb comienza sus conferencias  preguntándole a su audiencia:

¿”Quién empacó hoy tu paracaídas?”.

Todos tenemos a alguien cuyo trabajo es importante para que  nosotros podamos salir adelante. Uno necesita muchos paracaídas en el día: uno físico, uno emocional, uno mental y  espiritual.

A veces, en los desafíos que la vida nos lanza a diario, perdemos de vista lo que es verdaderamente importante y las personas que nos salvan en el momento oportuno sin que se los pidamos.

Dejamos de saludar, de dar las gracias, de felicitar a alguien , o aunque sea, decir algo amable sólo porque sí.

Hoy, esta semana, este año, cada día, trata de darte cuenta quién empaca tu paracaídas, y agradécelo.

Aunque no tengas nada importante que decir.

A veces las cosas mas importantes de la vida solo requieren de acciones sencillas

Solo una llamada, una sonrisa, un gracias…

Gracias por empacar mi paracaídas