28 de marzo de 2024

Elecciones en Francia ¿Fin del suspenso?

26 de abril de 2017
Por Albeiro Valencia Llano
Por Albeiro Valencia Llano
26 de abril de 2017

el papa francisco

Desde hace varios días venía enredada la política francesa porque, de acuerdo con las encuestas, había un empate entre los candidatos Emmanuel Macron, Marine Le Pen, Jean-Luc Mélenchon y Françoise Fillon. Pero la situación se complicó por el atentado del pasado 20 de abril en los Campos Elíseos, que asustó a los franceses porque estos actos apuntalan a la extrema derecha. Inmediatamente los habitantes recordaron los ataques del 7 de enero de 2015 contra el semanario “Charlee Hebdo”, la terrible tragedia del 13 de noviembre de ese año en la sala de conciertos Bataclan y los hechos del 14 de julio de 2016, en Niza; todos estos horrores los capitalizó Le Pen para fortalecerse políticamente.

Un caso que condimentó la campaña política corrió por cuenta del exministro Françoise Fillon, quien hasta hace dos meses era el favorito para ganar la presidencia, pero los escándalos de corrupción lo desplomaron en las encuestas. Otro candidato fuerte que mejoró la imagen y favorabilidad es Jean-Luc Mélenchon, quien durante años ha venido construyendo un programa de izquierda, para distanciarse de la socialdemocracia, del Partido Socialista y del liberalismo de Macron; es excelente orador, se desempeña muy bien en la plaza pública. El último candidato favorito en las encuestas y que resultó ganador en las elecciones del domingo es Macron, quien tenía en contra las reformas de inspiración liberal, su profesión de banquero y el ejercicio como ministro de Economía del presidente Hollande.

En síntesis, para la opinión pública, muchos franceses votaron siguiendo la estrategia del “voto útil” de eliminar al que menos les gusta, castigando a Macron por liberal, a Fillon por corrupto, a Mélenchon por comunista y a Le Pen por xenofóbica. Teniendo en cuenta que el abanico era de once aspirantes a la presidencia, los resultados de la primera vuelta fueron los siguientes: Macron, 24,1%; Le Pen, 21,3%; Fillon, 20,01%; Mélenchon, 19,58%. En conclusión, se aclaró bastante el ambiente político de Francia. La preocupación es enorme porque está en juego el futuro de la Unión Europea (UE). Le Pen, la representante de la derecha nacionalista y xenófoba, quiere eliminar el proyecto europeo y se piensa que ideológicamente es mucho más peligrosa que Trump.

Otro aspecto que dejó en claro la campaña electoral es el rechazo a los partidos tradicionales, lo que se observa en los bajos índices de popularidad del presidente socialista Françoise Hollande; el otro partido, el de los conservadores, también anda de capa caída. La apuesta al centrista proeuropeo e independiente, Macron, es porque le apunta a la consolidación de la UE y al fortalecimiento de la alianza con Alemania.

Hacia la segunda vuelta

La política produce muchas sorpresas; la primera vuelta de las elecciones en Francia dejó en la lona a varios candidatos y demostró la renovación de los partidos. Fueron derrotadas las llamadas, por los populistas, “élites arrogantes”; Marine Le Pen dio un fuerte golpe al establecimiento como jefe del Frente Nacional; este partido de extrema derecha fue fundado por su padre Jean-Marie Le Pen en 1972, y lo dirigió hasta 2011 cuando lo expulsaron y su hija asumió la presidencia; lo dinamizó porque sabe tocar temas sensibles como la inmigración, el islam, el terrorismo y la UE. Debido a que la tendencia populista se ha venido imponiendo en el mundo hizo girar su partido siguiendo las “enseñanzas” de Trump, en la pasada contienda electoral de Estados Unidos. En una astuta jugada logró rejuvenecer el partido y para ello conformó su equipo con jóvenes que oxigenan su proyecto político; esto tiene enorme importancia porque ya a los franceses no les da vergüenza reconocer que siguen las ideas ultraderechistas del Frente Nacional. Además un populista es el presidente de la primera potencia del mundo.

La historia de Emmanuel Macron es diferente y parece una novela rosa. Tenía 16 años cuando se enamoró de la profesora de literatura, Brigitte Trogneux, una persona de 40 años, con esposo y tres hijos. Brigitte se divorció y se casaron hace 10 años, porque “triunfó el amor”; sobre el tema dice que “tal vez no seamos una pareja del todo normal, pero somos una pareja real”. Macron estudió en París, en la Escuela Nacional de Administración, se convirtió en banquero y en ministro de Economía; pero en 2016 renunció al cargo y formó el movimiento político que bautizó con el nombre de En Marcha, un movimiento abierto a todas las ideologías, pero con un proyecto proeuropeo, que acoge a los refugiados y que reconoce a una Francia mestiza y multicultural. Este programa le sumó simpatizantes y votos del Partido Socialista, de los del centro tradicional y de los decepcionados del Partido Conservador; también hay que tener en cuenta a los franceses que desean renovar el panorama político.

¿Qué sigue? Hay que esperar la segunda vuelta, el 7 de mayo, porque casi todos los partidos apoyarán a Macron para detener a la ultraderecha. Seguramente se repetirá la historia del año 2002, cuando Jean-Marie Le Pen llegó a la segunda fase de las presidenciales, pero todos los grupos se unieron y apoyaron a Jacques Chirac y frenaron al Frente Nacional. Hoy la situación es diferente por los ejemplos recientes, como el Brexit y la llegada de Trump a la Casa Blanca. La crisis migratoria y el miedo al terrorismo intervienen en favor de la extrema derecha; una victoria de Le Pen estremecería a Europa y la fragmentaría.