28 de marzo de 2024

Valorización: toda suerte de truculencias

23 de marzo de 2017
Por Gilberto Montalvo
Por Gilberto Montalvo
23 de marzo de 2017

gilberto montalvo

Estaba cantado.

Todo era secreto a voces que la alcaldesa de Armenia de entonces Luz Piedad Valencia, tenía en su magín la intención de embarcar a la ciudad en un negociado sin límites cuando impuso con su tradicional arrogancia y la complicidad de un concejo venal, las obras de la denominada “valorización”

El alcalde de Medellín, Federico Gutierrez, en reciente visita a la ciudad, dejó claro que esta figura es obsoleta, que solo sirve para obras muy puntuales en zonas marginales en concordancia con lo que aseguran otros expertos.

Los fiascos en Pereira, Ibagué y Bucaramanga, no le sirvieron a la señora Valencia como mojones para que le hubiese evitado todos los dolores de cabeza por las que pasa la actual administración, pero sobretodo a la ciudadanía, porque al fin y al cabo ellos son los mismos y se arropan con cobija igual.

La pantomima de una eventual ruptura entre el alcalde Carlos Mario Álvarez y su mentora ha tenido ribetes novelescos, es más  un montaje que muchos han hecho creer realidad falseando la verdad a través de medios de comunicación cooptados y manejados por los tentáculos del carrielismo.

Editoriales y columnas, unas veces justificando a la exmandataria y otras apelando a la lambonería con el alcalde, son el pan de cada día mientras este barco se hunde en medio de las triquiñuelas y las verdades a medias.

Todo comenzó con una supuesta crisis en la administración de Álvarez Morales lo que maquillaba el lodo que había dejado su antecesora y de paso justificar la suspensión de tres paquetes de obras y de esa manera tratar de sacarla del embrollo.

Luego vino el rifirrafe de dos vanidosos a través de una emisora local donde un sujeto valetudinario  del carrielismo confrontó a su jefe públicamente y se dejó apabullar ante la intemperancia de su interlocutora cuando durante cuarenta minutos quedaron más dudas que claridades.

Los ególatras confundieron un programa de radio con un tribunal de inquisición pasivo ante una audiencia aterrada porque pese al esfuerzo que hacía el comodín de periodista porque le contestara una pregunta sobre la contratación a la medida  solo logró evasivas que no pudo controlar amén  que le faltó periodismo de confrontación real.

Otro sainete.

El periódico local La Crónica vocero oficioso del carrielismo ha editorializado en veces maquillando las dolorosas decisiones que debe tomar el alcalde Carlos Mario Álvarez para incumplir con las obras, mientras el obsecuente y seguro lambericas opina los miércoles en el mismo cotidiano asegurando su parentela politiquera con el alcalde mientras finge estar airado con su jefe política Luz Piedad Valencia cuando solo es un amague porque su tradicional manera de ser no le permite sino mantenerse bajo las ‘naguas’ del pasajero poder.

Lo grave de toda este sartal de mentiras, sainetes y puestas en mediocre escena es que han pasado quince meses del  gobierno capitalino sin que se haya podido hablar de nada distinto al tema de valorización mientras el plan de desarrollo estancando gracias a la distracción que ha tenido el alcalde con ese tema.

Las obras están desfinanciadas, no hay duda, ahí están las cifras, los recaudos paralizados, las obras a ritmo lento, desembolsos y adelantos sin control alguno y el rancho ardiendo.

2015 meta de recaudo 34 mil millones, recaudo 800 millones.

2016 meta de recaudo 44 mil millones, recaudo 39 mil millones.

2017 meta de recaudo 24 mil millones, recaudo indeterminado.

Sobrecosto obras de la avenida Centenario (falta de planeación) 4 mil millones.

No habrá segundo paquete por seis obras porque no hay parné.

Dos obritas se han visto: el remedo de glorieta de los Kioscos y un Deprimido que lleva un año y medio de aplazamiento y que nadie cree que lo entreguen este viernes 24 como lo han anunciado.

Estación del ferrocarril paralizada, tenían 8 mil millones para iniciar las obras, y la tuvieron que desfinanciar para trasladar el billete a los trabajos de la Centenario.

Luego nada es nada, su mercé.

El discurso del alcalde sobre el tema de que las obras se van a construir, pero no precisa cuándo, es una manera de dilatar la incapacidad que tiene para tomar decisiones de fondo.

Las querellas siguen en los juzgados, no se sabe qué podrá pasar y los enredos van a ser múltiples dada la voracidad de un movimiento político clientelista y tramposo.

Y la gente no paga con toda razón.

Las demandas sobrevendrán contra las arcas de Armenia porque al incumplir con las contrataciones a  dedo, los muy agraciados, no lo serán tanto porque  no les importa nada más que les cumplan con lo pactado.

A lo mejor ellos ya cumplieron por adelantado cuando recibieron las gracias.

Y lo que no han dicho es que cuando se hagan las obras, a lo mejor en el 2030, los precios para ejecutarlas serán astronómicos y en mitad de toda esta barahúnda de corrupción estas nunca las verán los pobres paganinis.

Las contrataciones de cinco frentes de obra  con un solo proponente es un vestido a la medida y prueba fehaciente de la corrupción que se tragó.

De otro lado y por si  fuera poco, le clavaron  cargas a Valorización por cerca de seis mil millones de pesos en plena campaña electoral para pagar pregoneros, camisetas, busetas, videos, socializaciones, encuestas.

Y esto apenas es un asomo de todo lo que se fraguó por debajo para contar con el manejo directo de esas contrataciones.

Nadie vio nada de eso, solo los grandes grupos de politiqueros por las calles de Armenia y del Quindío asegurando la continuidad, la lograron, para que en medio del latrocinio tuvieran sus escuderos.

Todo ha sido un despelote de la mano de una exalcaldesa que pasará a la historia- la historia también la hacen los perniciosos- como la persona que por una desaforada vanidad y voracidad económica  dejó esto hecho un mierdero y sin posibilidad de que una pronta justicia actúe.

Todas las corruptelas deben destaparse sin misericordia porque está en juego la suerte de una ciudad que ha padecido alcaldes encarcelados, destituida otra, y uno que seguramente tuvo la suerte de no caer en la cana porque se apiadó ‘midios’ de él.

Pero siguen llegando días, a lo mejor pasa algo, no importa que en ese momento tengan credencial  porque no hay nada que más pueda atormentar que una conciencia, si es que la tienen,cuando vive aplastada por la corruptela.