28 de marzo de 2024

HASTA LA CORONILLA

29 de marzo de 2017

Pobre país. No hay día que no se nos sorprenda con una noticia nefasta: las enormes pérdidas en Reficar, el desangre que se ha producido en los contratos amañados con las firmas que tienen relación con la brasilera Odebrech, el despilfarro que se produjo en la contratación de la logística para la celebración de la Cumbre de las Américas en Cartagena, un avión cargado de invitados para la entrega del premio Nobel a nuestro Presidente, el dinero que los hermanitos Nule y los Moreno Rojas y en fin, un desangre que lleva a nuestro Ministro de Hacienda a proponer y lograr aprobar una reforma tributaria en donde, como siempre, resultados pagando los platos rotos por los corruptos, todos los colombianos.

Ahora aparecen unas nuevas perlas: se debate en el Congreso una reforma constitucional en donde se plantea el aumento de curules para dicha corporación en 40 miembros, lo que significaría un incremento en el gasto de 15 mil millones de pesos con dos perlas adicionales: que el Estado asuma los costos de las campañas políticas, como si ello fuera a impedir la llegada de dineros de dudosa procedencia a comprar millones y millones de afiches como ya ocurrió y también, que los partidos políticos puedan hacer consultas populares, como es obvio, por cuenta del bolsillo de los colombianos.

Creemos que ya es hora de levantar la voz de protesta y cómo fuera de bueno que se organizara una gran movilización para enviar un mensaje de inconformidad, de un ¡No más!, para quienes han venido saqueando el erario público de una manera sistemática.

Se acercan las elecciones parlamentarias y allí también habrá la posibilidad de castigar a quienes han sido cómplices en esta profunda crisis de valores que se viene dando de tiempo atrás. Es hora de comenzar a buscar información sobre la vida y milagros de los actuales servidores públicos, es hora de renovar la actual clase dirigente en el campo político y para ello es importante la movilización de lo que se ha llamado la “sociedad civil”. De lo contrario, vamos al precipicio.