El Diablo Cojuelo
Pido la palabra, señor Presidente.
La tiene senador Mejía.
Señor Presidente :
Yo soy hijo de un señor Mejía, uno de los ganaderos más ricos del país. Me crié entreverando estudios con los pinguinos en los colegios repechudos de Bogotá y el ordeño de nuestras vacas.
-Señor Presidente, no nos importa conocer la vida privada del senador Mejía, dice un colega suyo.
-Cállese , usted es un imbécil que no me entiende.
-Iba diciendo, señor Presidente , que yo soy hijo de la gleba campesina pero tambien del copete social de mi ciudad.
Se arma una rechifla contra Mejía.
-Silencio , silencio, grita el Presidente del senado.
-Ustedes son unos bellacos , unos malnacidos que no me quieren oir.
Más rechifla. Las barras gritan : hagan callar a esa pobre guacamaya.
-Señores de las barras : No saben ustedes lo machote que yo soy.
Siga H. senador.
Les decía que en el campo manejo ubres y en el pueblo soy play boy. El doctor Uribe me trajo aquí. No sé porqué. No tengo votos ni en mi casa.
Y quería decirles que estoy contra la guerrilla integrada por mocosos sin cultura. Yo no mes lo trago.
Repito, soy un berraco. No como ese paisano mio que se llamaba Gilberto Alzate, un tonto que quiso ser presidente de Colombia.
Ni como un tal Silvio Villegas, que era un guachafitero a quien le chuzaron las nalgas en Supía.
Menos como un tal Londoño que hablaba muy bonito y enamoraba reinas.
A mí me gustan los guapos de pelo en pecho.. Esos que tienen los testículos bien grandes. Sin miedo a nada.
El senador Uribe le dice a Duque, su hijo espiritual y su candidato para la presidencia de Colombia: Dígale a ese desvirolado que se calle. Es una vergüenza como habla. Y que se olvide que lo vuelva a incluir en mis listas para el senado.