28 de marzo de 2024

Vargas Llosa alerta que el chisme y el control estatal amenazan el periodismo

28 de noviembre de 2016
28 de noviembre de 2016

MARIO VARGAS

Tal y como refleja en su última novela Cinco esquinas, la prensa de hoy padece varios males, desde el control estatal a la prensa sensacionalista y de chismes que viven de entrometerse en vidas ajenas y desprestigiarlas, dijo hoy el nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.

«La materia prima de Cinco esquinas era la de una historia que mostrará esta utilización vil, canalla y delictuosa del periodismo por razones políticas», dijo el escritor peruano (Arequipa, 1936) en una conferencia de prensa en el marco de la 30 edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en el oeste mexicano.

Ambientado en los últimos días del Gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000), este papel del periodismo como herramienta de control viene reflejado en el personaje de Rolando Garro, director del semanario Destapes.

«No sé si en otras dictaduras se utilizó (la prensa) de manera tan sistemática como en la de Fujimori. (…) Este tipo de personajes son casi inevitables. Él creó un sistema aprovechando la curiosidad morbosa de conocer la intimidad de las personas».

Este tipo de periodismo, dedicado a desacreditar a golpe de escándalos a quien fuera contrario al oficialismo, domina Cinco esquinas, una novela que se define como una mezcla de thriller y retrato social, y que no escapa al erotismo.

Pero este fenómeno no se constriñe a etapas de control gubernamental, porque se da en el primer mundo y el tercer mundo, donde hay una curiosidad por el escándalo que daña reputaciones y prestigios mediante una distorsión de la realidad.

«No hay un país en el mundo donde la frontera entre la prensa seria y la prensa chismográfica (de chisme) sea nítida», consideró Vargas Llosa, autor de clásicos como La tía Julia y el escribidor y La ciudad y los perros.

Con conocimiento de causa, pues a sus ochenta años Vargas Llosa vive hoy una relación amorosa con Isabel Preysler, reina del papel cuché desde hace décadas, el nobel denunció:

«La pura intromisión (a la vida privada) ha generado en el periodismo una especie de enfermedad o plaga que es muy dañina para la prensa y para la cultura democrática».

Otro elemento importante en las Cinco esquinas es el sexo, protagonizado por Chabela y Marisa, dos amigas de la alta sociedad que se convierte en amantes y son espectadoras de cómo la Lima de los noventa, con sus toques de queda, se hunde en la violencia.

“Esta situación de inseguridad tenía efectos en muchos ámbitos, incluso en las relaciones sexuales, y es algo que la novela quiere mostrar con esa relación sorprendente entre dos amigas».

«Uno de los efectos que tiene la inseguridad atroz que da el sentir que el mundo se desploma está en que la vida sexual se intensifica y de pronto se convierte en un sustituto de todo aquello que no puede dar el resto», agregó.

Con la prensa y el erotismo como sus dos principales pilares, Vargas Llosa fue configurando una historia que se fue «apartando de la idea inicial para quedar en algo muy distinto», pero que a su modo de ver es un «panorama fresco» de una etapa final de un «clima de dictadura y violencia».

En la rueda de prensa, Vargas Llosa habló también de otros temas de actualidad, pues dijo no ser político pero participa en el debate político.

Así, consideró que el régimen cubano no sobrevivirá por mucho tiempo a la muerte del líder revolucionario Fidel Castro, fallecido este viernes a los 90 años de edad.

Y alertó también del «peligro inmediato mayor» que supone para América Latina la inminente llegada a la Casa Blanca del republicano Donald Trump, a quien calificó de «demagogo, inculto» y capaz de crear «una confrontación mundial»

Agencia EFE