29 de marzo de 2024

Los que enterraron el “Sí”

16 de octubre de 2016
Por Víctor Zuluaga Gómez
Por Víctor Zuluaga Gómez
16 de octubre de 2016

Víctor Zuluaga Gómez

victor zuluagaLo primero que es necesario advertir en relación con el resultado del pasado plebiscito es que hubo una abrumadora mayoría que no se pronunció al respecto, es decir, se abstuvieron. En este sentido queda claro que este es un país en donde el analfabetismo político es de una proporciones inmensas. Porque aquellos que dicen que no les importa la política, que no votan, que no les interesa quiénes se encuentren al frente de los destinos del país, lo que están haciendo es, simplemente, dejar que otros (muchos de ellos corruptos) decidan y voten y practiquen la corrupción.

Y en lo que tiene que ver con los partidarios del sí, bien vale la pena hacer unas observaciones que sin duda alguna pudieron influir de una manera negativa: me refiero por ejemplo, a la cantidad de recursos públicos que se destinaron para la campaña del sí, a tal punto que muchos ciudadanos partían de la base que el sí ganaría con sobrada ventaja y seguramente muchos no concurrieron a las urnas porque hacían las cuentas que ya estaba decidido el triunfo. Otro de los aspectos tiene que ver con los personajes que lideraron la campaña a favor del sí, como por el ejemplo el expresidente Gaviria quien cazó más de una pelea verbal con el también expresidente Uribe, cayendo en el mismo terreno de los “meros machos”, “frenteros”, y toda una serie de adjetivos que a un nivel de personas supuestamente educadas, no se compadecen. Y sin duda alguna que la prepotencia de gestos y palabras por parte de algunos negociadores de la guerrilla también constituyó un factor negativo, por los comentarios que he escuchado al respecto. Alguien me decía que cuando le preguntaron a un jefe guerrillero si estaban dispuestos a pedir perdón por los crímenes que habían cometido, éste respondió en un tono burlón, diciendo: “Quizás, quizás, quizás…”, entonando una canción que lleva este nombre.

Pero desde luego que si por el lado del sí hubo errores, también es cierto que quienes estaban en contra de los acuerdos, también utilizaron armas no éticas, como fueron aquellas que buscaban confundir al electorado y atizar odios, bajos instintos, pero nunca acudir a un análisis serio de los puntos de acuerdo que se firmaron en Cartagena.

Esperemos que todas las manifestaciones que se han realizado en las diferentes capitales del país, no dejen frenar o morir la posibilidad de implementar los acuerdos de La Habana porque sería una nueva frustración que se le sumaría a los ya fallidos intentos por poner fin a este caudal de sangre que recorre el país por todos los costados.