28 de marzo de 2024

Creyeron que era pan comido

21 de octubre de 2016
21 de octubre de 2016

Política con pimienta

En este país de pontífices

PlebiscitoEn nuestro acostumbrado vueltón por la Plaza de Bolívar, encontramos a algunos de nuestros informantes, quince días después del descalabro del plebiscito del Presidente Santos, en las mismas. Los Unos diciendo que los uribistas, los pastores cristianos, algunos obispos y sacerdotes católicos, los pastranistas, los conservadores Ramiriztas ( de Marta Lucía), los del procurador Ordóñez y otros más que exigen ser personeros de los gananciosos del No, van a ir hasta las últimas consecuencias para hacer respetar la decisión popular que negó su apoyo a los Acuerdos de La Habana. Los del Sí, que es sobre esos Acuerdos que se debe trabajar, porque una irrisoria mayoría no puede pretender que se echen por la borda y que se parta de ceros para elaborar unos nuevos entendimientos que durarían en el tiempo otros seis o diez años y que de lo que se trata es darle luz rápida y eficiente a la situación política por la que atraviesa el país, que no dudan de calificarla de grave. Unos pocos  alzan la voz, pero otros, prefieren callar y seguir apurando el café antes de irse a sus casas a esperar los noticieros del mediodía, a ver si hay algunos que aflojan. Como Pacho Santos, quien, contra todo lo esperado, parece que romperá la férrea disciplina del jefe único del Centro Democrático Alvaro Uribe y buscará aproximaciones con su pariente y Presidente Santos, a quienes algunos miembros de la Unidad Nacional ya le han pedido que incluya a Pachito en la delegación que a estas horas prepara maleta para ir a  Cuba a presentarle a las Farc lo que pretenden modificar los del No plebiscitario.

Creyeron que era pan comido

De la Calle y algunos negociadores viajan este fin de semana a La Habana, pero parece ser que las cosas no serán fáciles y que por lo menos hasta diciembre no se podrá contar con soluciones factibles, jurídicas y políticas, que dejen contentos por lo menos a quienes han dado muestra de cierto realismo dúctil, que permita destrabar la situación actual. En cuanto a la situación de Caldas, los reclamos contra su dirigencia gobernante no dejaron de oirse. Dicen que Lizcano, Penagos, Arturo Yepes, la Marmolejo, el Senador Sierra, creyeron que era pan comido el triunfo del Sí y que ni ellos ni sus amigos más cercanos dieron la cara y la pelea por acompañar al Presidente Santos en el proselitismo plebiscitario. Que le dejaron todo el trabajo a los Alcaldes y al Gobernador. Y que no funcionan, los dirigentes políticos, si no con mermelada contante y sonante y que el 2 de octubre no les alcanzó o que se la tragaron Pero sobre este tema volveremos en otra oportunidad.

Para godos, los liberales de Rionegro

Encontramos a uno de los contertulios, conservador arturista para más señas, que aseguraba que en Caldas, como en el resto del país, el grueso de los votantes por el No, eran feligreses de las iglesias cristianas que pululan en pueblos y veredas. Y  aseguraba que curitas católicos desde el púlpito, el día de las elecciones, cantaban su voto, pero agregaban que dejaba a sus fieles en libertad para votar a conciencia. Y recordaba que en tiempos de bárbaras naciones, un curita sectario de Belalcázar, terminaba su homilía dominical con esta frase lapidaria. » Yo como sacerdote no puedo decir por quienes deben votar. Pero como ciudadano que soy, yo voy a votar por Laureano Gómez». Y manifestaba su asombro cuando alguien le dijo que por las redes corría la noticia de que en Bogotá se celebraron unas fiestas a las que asistieron más de mil, !mil!, pastores que gritaban sus alabanzas porque Dios les había atendido y los ateos y homosexuales fueron derrotados con el No al plebiscito. Y que sin bozal de ninguna clase pregonaron que tenían que contar con ellos en la política porque tenían más de ¡ 10 millones de seguidores!, capaces de imponer hasta un Presidente. Y que los cristianos se tomarían el poder para imponer sus creencias religiosas, que son las mismas del exprocurador Alejandro Ordóñez y de muchos uribistas -no todos- que han logrado aterrorizar a la ciudadanía -no a toda- con las llamas infernales y con el diablo, si no atiende la orientación política de los belicosos pastores. Alguien anotó que los primeros que se comieron el cuento fueron los liberales, con Horacio Serpa a la cabeza, que ya anunciaron su voto negativo en el Congreso, para gravar con impuestos las propiedades raíces de las más de mil cien iglesias que tienen vida legal en Colombia. Con razón siempre se ha oido que para godos, los liberales de Rionegro.

El negocio de los bancos

Cómo no van a tener esas fortunas de utilidades si cuando entregan dinero en calidad de préstamos, la tasa de interés supera el 36% anual, PERO, cuando reciben dinero en depósitos a términos, la tasa de rentabilidad para el depositante es de tan soló el 6% anual en el mejor de los casos. ¡Qué diferencia tan abismal! y el gobierno no interviene. Además, no tributan justamente en proporción a sus utilidades como debería ser y fuera de éso sus accionistas tienen muchos favorecimientos tributarios; y es obvio que así sea en Colombia, porque los dueños y accionistas de bancos son los que eligen presidente con el fuerte apoyo económico que aportan en las campañas electorales a los candidatos con mayor opción de ser elegidos; cuando es elegido el presidente, éste les devuelve los favores recibidos con normas legales y tributarias a su favor. Eso la sabe todo el mundo. Es o no es?