28 de marzo de 2024

CTI Quindío allanó celda de presunto cabecilla de banda dedicada a extorsionar a campesinos en diferentes partes del país

27 de octubre de 2016
27 de octubre de 2016
Armenia, 27 de octubre de 2016. Unidades del CTI Quindío, en coordinación con miembros del Inpec Regional Viejo Caldas, adelantaron diligencia de allanamiento y registro al interior del Establecimiento Penitenciario de La Dorada (Caldas), con el objetivo de recolectar elementos materiales probatorios y evidencia física en la celda donde se encuentra detenido Saúl Castañeda López desde el año 2013, que demostrarían su vinculación a una organización dedicada a la extorsión, entre otros delitos.

Castañeda López, quien está purgando dos penas por el delito de extorsión agravada, una de 30 años y otra de 8 años, es conocido con los alias de Vicente, Giovanny, Salomón, Arcadio, Andrés, Mauricio, Fabián Garra, entre otros. Es investigado por ser el presunto cabecilla del grupo delictivo denominado Los Campestre, del cual 19 de sus integrantes fueron detenidos el año pasado en un operativo liderado por el CTI, en articulación con efectivos del Gaula Militar, por coordinar desde prisión las llamadas extorsivas que harían en complicidad incluso con otros internos.

En la diligencia judicial ordenada por un despacho adscrito a la Dirección de Fiscalía Nacional Especializada contra el Terrorismo, que viene adelantando la investigación, se cumplió con el procedimiento en la celda 64 ubicada en el pabellón 2, en donde se le incautaron documentos importantes para el proceso.

De igual manera los funcionarios del Inpec registraron la totalidad de las celdas que componen ese pabellón, incautándose de elementos prohibidos por el código penitenciario, entre ellos baterías para celular y polvo de cemento para la elaboración y ocultamiento de caletas.

Durante las audiencias de control de garantías la Fiscalía le imputó a Saúl Castañeda López los delitos de concierto para delinquir agravado, extorsión agravada, extorsión tentada y enriquecimiento ilícito en calidad de autor, los cuales no aceptó.

Es de recordar que Los Campestre, llamados así porque la mayoría residían en un sector conocido con este nombre, recolectaban la información de las víctimas para extorsionarlas a través de un grupo de mujeres, quienes haciéndose pasar por miembros de diferentes ONG, engañaban a campesinos ofreciendo ayudas y aportes para proyectos productivos.

Una vez obtenida la información, desde la cárcel llamaban a la víctima haciéndose pasar por  el comandante de algún grupo subversivo o de las AUC que fuera conocido en la región donde residiera la víctima, y la intimidaban amenazándola de muerte al igual que a su familia, exigiéndole el suministro de camuflados, municiones, explosivos  o droga controlada.