28 de marzo de 2024

Conmemoración Día Internacional de la Paz

20 de septiembre de 2016
Por Diego Franco Molina
Por Diego Franco Molina
20 de septiembre de 2016

Diego Franco Molina

Franco Diego cuatroLa oración de la PAZ de  San Francisco de Asís, debería ser una plegaría de todos los Colombianos,  pues son expresiones de una cultura de PAZ y convivencia, que nos llena de esperanza en el camino hacia la reconciliación y la solidaridad con el prójimo, y a que construyamos en las cenizas de la guerra; pues estamos convocados todos los Colombianos a esperanzadores momentos de dialogo civilizado, tras superar 54 años de terrible confrontación, con un horroroso pasado lleno de sangre y dolor.

Estamos en la recta final para acabar con esta triste violencia y debemos decidir con suma responsabilidad, si aceptamos terminar de una vez por todas con un conflicto de  muchos años, para poder convivir, perdonarnos y así construir una PAZ estable y duradera.

Nuestra historia de odios heredados nos dice que esta guerra fue un fracaso; una gran tragedia nacional que dividió a Colombia y en nuestro país cada nombre en las tumbas de cada muerto, así nos lo recuerda y así nos lo ha demostrado. Como en la ILIADA del autor Homero,  nos preguntamos? En la Guerra los padres entierran a sus hijos, al contrario en la PAZ,  los hijos entierran a sus padres. Este es  el curso normal de la historia por eso esperamos con ansias que descanse en PAZ el conflicto; vamos a darle santa  sepultura y para siempre a esta guerra, enterrando así ese triste pasado de dolor, violencia y desolación y démosle la bienvenida a la PAZ que será una gran inversión en el futuro de todos sin excepción.

El perdón, el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de las personas,  amén de la restauración de la fraternidad y la reconstrucción social, son expresiones de la reconciliación que vive el hombre con DIOS y los hombres entre sí, quienes  seguirán  necesitando de la oración elevada al cielo.

Debemos sembrar evangelio para cosechar reconciliación, la concordia se abre camino y el odio cede paso al perdón,  donde la rivalidad se transforma en fraternidad, pues la lógica  del rencor impide tener una filosofía de vida, más solidaria, y más positiva con la sociedad.  Esta catarsis colectiva aliviara nuestras almas y alentara nuestros espíritus, no será fácil, pues no se puede pasar del Infierno al Cielo en un día, apenas será el fin de cinco décadas de dolor y resentimiento,  y el principio de un largo camino en busca de la convivencia pacífica, un gran reto para nuestra gran familia, será difícil, sin embargo sería un gran error no dar este paso y  aprovechar esta gran oportunidad.

Nuestro Sumo pontífice el  Papa Francisco apoya sinceramente y con empeño el objetivo de alcanzar la concordia del pueblo Colombiano a la Luz de los derechos humanos y de los valores cristianos,  agregando además que espera total garantía para que siga adelante y este se blinde, a tal punto que jamás se pueda volver a un estado de guerra y nos anuncia, que el próximo año nos traerá personalmente el mensaje de PAZ de Cristo.

Los Colombianos que deseamos el fin de esta cruenta guerra, que sólo ha dejado su estela de muertes, viudas, desaparecidos, huérfanos, mutilados, desplazados, destrucción y pobreza en un conflicto que durante más de medio siglo de dolor y sangre,  no queremos volver a repetir, por ello anhelamos la Paz.

Llegó pues la hora,  de procurarnos un mejor futuro lleno de bienestar y tolerancia, donde todos tengamos un espacio en nuestra bella geografía, para fortalecer nuestras ilusiones y sueños, e iniciar  así una nueva etapa que nos permita cerrar de una vez por todas ese triste capítulo de nuestra historia, y hacer una liquidación amistosa de ese desagradable pasado; será la oportunidad para que nuestra comunidad, en forma civilizada y cordial, cancele ese peso abrumador de rencores, odios, prejuicios y  arbitrariedades, diciéndole Sí a la Paz.