29 de marzo de 2024

ENTRE EL DOLOR Y EL BUEN HUMOR

24 de agosto de 2016

Sin duda que somos un país de contrastes porque en la medida que suceden verdaderas tragedias, así, con la misma facilidad se dan a conocer otras noticias que no pueden producir sino severas risas.

Hablamos de la situación permanente, por ejemplo de los niños que se mueren en la Guajira, de la devastación de nuestra selva por la minería ilegal, la enorme crisis de la salud que cobra día a día víctimas y en fin, fleteos, secuestros y miles de atrocidades.

Pero también es cierto que no es posible dejar de reseñar, como lo han hecho los principales noticieros, la alocución presidencial en donde pide al Congreso que agilice los trámites de los procesos en los cuales se está definiendo la situación de los doctores Pretelt y Ordoñez; el primero miembro de una Alta Corte cuestionado hasta la saciedad por haber recibido dineros para fallar una tutela y el segundo, porque no es bien claro el final de su período. Dijo entonces el señor Presidente que pedía al Senado premura (ya llevan más de un año estudiando el asunto) porque si algo debía quedar claro era que la justicia es igual para todos los ciudadanos. Y esa afirmación no puede producir sino risa cuando todos los colombianos sabemos qué ha pasado con los hermanos Nule, con el señor Moreno Rojas, exalcalde de Bogotá, con los acusados de estafar a miles de personas con un fondo de inversión y ahora, la libertad que se le concede al zar del oro, quien de acuerdo con la Fiscalía, lavó activos por dos billones de pesos por medio de una gran cantidad de empresas fachada. El procedimiento siempre ha sido el mismo: dilación y dilación en los procesos.

Y si bien hay otras informaciones que muchos consideran irrelevantes, sin embargo tienen un mensaje perverso y parten de la base de que la gente del común padece de ingenuidad crónica. Nos referimos a un comercial en donde un grupo de amigos se reúne para programar una actividad y cuando tienen todo organizado, alguien pregunta que todo está listo, menos la casa en donde se va a llevar a cabo la actividad y entonces alguien dice: “Ahhh, como el gobierno está repartiendo casas…entonces hagamos una solicitud de una vivienda gratis para hacer la reunión…”. Y lo triste es que hay personas tan ingenuas que creen el asunto y son los mismos que llevan sus ahorros a una capitalizadora pirata cuando les prometen que le duplican el capital en dos o tres meses.

Bueno es que exijamos seriedad en la información, comenzando por el señor Presidente.