29 de marzo de 2024

Adrenalina pura.

22 de agosto de 2016
Por Esteban Jaramillo
Por Esteban Jaramillo
22 de agosto de 2016

Por Esteban Jaramillo Osorio.

Esteban JaramilloAgosto es único con Los olímpicos, con  triunfos y decepciones, hazañas y engaños, glorias y escándalo. El mundo  colorido, folklórico y  multiracial del deporte, frente al público excitado en todos los confines de la tierra.

Atletas alborozados con los brazos en alto y sonrisas interminables, en ocasiones matizadas con nerviosos llantos, como cierre de un esfuerzo titánico, que no admite mínimos esfuerzos, para subir al podio.

Históricos todos con sus medallas y sus diplomas. Especialmente los nuestros, porque hipnotizaron el país, vibraron con el, y por ello tienen un lugar asegurado en la memoria.

Agosto no es de fútbol así Brasil alcance el históricamente esquivo título olímpico, o  empiecen las ligas europeas, o los medios se hinchen con los  vaivenes del mercado de trasferencias, tantas veces dominado por las especulaciones. Para el balón y sus protagonistas es un mes de banalidades, de camisetas nuevas, de  pintas extravagantes, de pasarelas y de playas, de giras comerciales a lugares extraños. De vanidades y contratos millonarios.

El mundo del deporte es otro en agosto. Es adrenalina pura. El del esfuerzo honesto e inquebrantable. El de atletas que, en su mayoría, no se asfixian con la fama.

Gracias agosto. Que fiesta tuvimos.

Menciones especiales para relatores, comentaristas y analistas, porque con sus excitantes descripciones, cargadas de emoción, de gracejos, de datos históricos, de anécdotas y conocimientos técnicos, se mezclaron en la felicidad inmensa del pueblo. Las medallas tienen nombres, pero también voces encargadas de difundirlas para el mundo y hacer de los deportistas héroes eternos.