28 de marzo de 2024

Los “aplanchadores”

10 de julio de 2016
10 de julio de 2016

aplanchador

A mediados del siglo  pasado se desató en Caldas una atroz ola de violencia. Ardieron las pasiones políticas en todas las provincias  y a diario llegaban al cementerio  víctimas de ese  canibalismo.

Salamina y Aranzazu padecieron la  barbarie. Fue institucionalizada  la cofradía de los “aplanchadores” que  estaba integrada  por sujetos rudos e ignorantes,  expertos en dar cruentas  palizas a los que militaban en el bando contrario a sus querencias políticas.

Por ejemplo “Plancho” era experto en perseguir conservadores  en Salamina. Machete en mano,  con otros bandidos, apaleaba y dejaba al borde de la  muerte  a quienes militaban en el partido azul.

Después “Plancho” se vino a vivir a Aranzazu. Cambió de color y aquí era un sanguinario contra los hermanos liberales. Existe una anécdota  chispeante. Víctor Gómez, de la más pura cepa izquierdista, a causa de esa persecución  que ponía en peligro su vida, para preservarla, públicamente renunció a la  militancia de su partido. Promulgó una hoja volante en la que  explicaba por qué se retiraba de “la cucuracha del liberalismo”.

En Aranzazu “Plancho”, que tenía el color de una postrera de leche,  no actuó solo. Un tal Campiño, liliputiense, de azabache disminuido,  y “Cacho” desgualetado para vestir, formaron una troika peligrosa. Los pocos liberales del  municipio  debían resguardarse muy temprano  en sus casas, por el  miedo a las embestidas de los tres fascinerosos.

De pronto se sentían de noche unos gritos  estrepitosos, unos madrazos, y se oía que alguien desesperado buscaba un portón  para salvarse  de los peinillazos. Era, entonces,en Aranzazu,  heróico ser liberal.

“Plancho” y Campiño se perdieron en la noche del tiempo. Se desconoce cómo y en dónde murieron. Eliseo Gómez “Cacho” encontró una muerte violenta  en un café de la población. Un campesino que era permanentemente asediado por este individuo lo cosió a puñaladas. La justicia  absolvió a quien le dio muerte, por el terror que le tenía.

Otro dato curioso : Un hermano de  “Cacho“ se las daba de  cantante.  Decía que era un Caruso criollo. En las parrandas campesinas y en las fondas  de las  veredas interpretaba OH Sole Mio, la única canción con la cual sacaba pecho.

¡Cómo ha cambiado la  mentalidad de los colombianos! Los dos partidos tradicionales, conservador y liberal, están casi desaparecidos y a  nadie, hoy, le importa un higo la  militancia  que tenga un ciudadano en las  muchas colectividades del país.