28 de marzo de 2024

Y AL SINDICALISTA, ¿ QUIÉN LO RONDA?

24 de mayo de 2016

Por mucho tiempo, de manera ingenua nos creímos el cuento del señor Rousseau en el sentido de que todos nacemos buenos y la sociedad nos corrompe. Y luego el cuento ya no se planteaba a nivel individual sino colectivo: los comunistas son malvados, pero también los capitalistas, los neoliberales y en fin, dependiendo desde donde se mire, siempre se acude al falso expediente de agrupar entre “nosotros los buenos”, al buen estilo de Chapulín Colorado y allá, bien lejos, los “malos”.

Si miramos el panorama político en la actualidad, en lo que tiene que ver con el proceso de paz, aparecen dos bandos irreconciliables: los que le apuestan a la paz con una justicia transicional y son tildados de traidores a la patria por entregarla a las manos criminales de las FARC y los de la orilla opuesta que son llamados guerreristas y enemigos acérrimos de la paz. Sin duda alguna que la opción correcta está en uno y otro lado porque ni los guerrilleros son demonios como lo plantea el Centro Democrático, ni ángeles y serafines como lo sostiene el Polo Democrático. Ejemplos de unos y de otros tenemos a granel en el Congreso, acusados de crímenes atroces.

Y  para completar, revisemos el caso del señor John Colmenares Herrera, abogado sindicalista de la otrora EPS Saludcoop, quien sin querer queriendo vio aumentado su salario de cinco millones a ocho, así, sin más ni más por cuenta del señor liquidador de la EPS que dejó en cuidados intensivos el señor Palacino, Luis Leguizamón.

El señor Leguizamón, nombrado liquidador de Saludcoop,  para poder operar sin ataduras en su oficio, es decir, proceder de una manera torcida, le aumenta el salario al señor sindicalista para que éste no abra la boca y proteste por las actuaciones del señor liquidador. Como quien dice, a la EPS que llegó a ser la más importante del país, se la robaron en vida, entre otros el señor Palacino, quien sin ponerse colorado devengaba un salario de 92 millones de pesos y adjudicaba contratos millonarios a una oficina de abogados de la cual hacía parte del señor Exfiscal General de la Nación. Como quien dice, desde arriba, por los lados y desde abajo, Saludcoop, como decimos fue saqueada también después de su muerte y con la anuencia del señor John Colmenares, supuesto defensor de los derechos de los trabajadores.

Y a los afiliados de la antigua Saludcoop, ¿quién los defiende?. Ni modo de pedirle al señor Fiscal que replique contra él y contra su benefactor Palacino, ni su cómplice Colmenares. Y ni modo de llamar al Chapulín…