28 de marzo de 2024

Cuenca del Chinchiná no es resiliente frente a climas extremos

27 de mayo de 2016
27 de mayo de 2016

 

Crédito: Agencia de Noticias UNAL
Crédito: Agencia de Noticias UNAL

MANIZALES, 28 de mayo de 2016. La vulnerabilidad climática de la cuenca del río Chinchiná se refleja en la erosión de los suelos, la pérdida de cultivos por la presencia de heladas, el deterioro de las vías y hasta en víctimas por inundaciones.

Las afectaciones derivadas de la presencia de fenómenos críticos, como veranos prolongados y fuertes inviernos sobre el territorio que cubre el ecosistema natural, se evidencian, por ejemplo, en la parte de los nevados, jurisdicción de Villamaría, donde se registra poca lluvia y muchas heladas, mientras que en Neira las precipitaciones son constantes

Como en la vereda El Tablazo en Manizales, otros impactos negativos son el deterioro de las vías y, en el sector de Marmolera, la escasez de agua potable, dados los daños en la infraestructura.

Justamente, la oferta de agua en el territorio de la cuenca está dirigida a satisfacer las necesidades domésticas, industriales, comerciales y agrícolas, y está estimada en un 90 % de su capacidad que, según estudios adelantados en el 2013, equivale a 13.400 litros por segundo (l/s) con respecto a la demanda, que en ese entonces se estipuló en 15.038 l/s.

Héctor Mario Toro Pineda, representante de la Fundación Ecológica Cafetera, recordó otros efectos negativos del clima, en el evento que se celebró tras la alianza con el “Centro internacional para la investigación del fenómeno de El Niño” (Ciifen) del Perú. “Hemos detectado que ahí mismo, en Villamaría, se registran deslizamientos en la zona alta, que afectan los cultivos de hortalizas y, más abajo, de café. Asimismo, existen suelos jóvenes que tras la presencia del ganado sufren erosión”, detalló el vocero.

Según Freddy Leonardo Franco Idarraga, director del Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales, los problemas son tan variables como el mismo clima, pero quizá los más complejos son aquellos que acarrean pérdidas humanas por deslizamientos o inundaciones, así como recursos hídricos o de suelos que terminan afectando la zona vegetal.

“Cada evento tiene un impacto diferente y varía según la zona, de ahí la importancia de focalizarlos por sectores para poder atenderlos”, sostuvo el ingeniero Franco.

La cuenca del río Chinchiná abarca cinco municipios caldenses (Manizales, Villamaría, Chinchiná, Neira y Palestina) con una población total aproximada de 550.000 habitantes.

“Si se estima que el departamento de Caldas suma cerca de 950.000 habitantes, entonces, por nombrar un solo determinante, dimensionamos la importancia de esta cuenca teniendo en cuenta que más de la mitad de la población vive a su alrededor, distribuida en esos cinco municipios”, argumentó Olga Galindo Ruiz, coordinadora de Territorio del proyecto “Cuencas climáticas resilientes”, liderado por el Ciifen.

Acciones conjuntas

Representantes de las 23 instituciones privadas y públicas que hacen parte del acuerdo marco de Pactos por la Cuenca del Río Chinchiná, entre ellas la U.N. Sede Manizales, pretenden armonizar las acciones pertinentes para hacer resiliente este ecosistema.

La iniciativa de consolidar la información técnica y científica que tiene cada entidad, dada la serie de investigaciones centradas en el ecosistema, va dirigida a crear acciones o políticas que mitiguen el impacto climatológico. “Al final de este proceso se busca diseñar un mapa con las vulnerabilidades y sus causalidades, con el fin de definir qué tipo de acciones conjuntas vamos a desarrollar para fortalecer la cuenca, es decir, para volverla resiliente ante los constantes cambios del clima”, acotó la coordinadora Galindo.

La Universidad Nacional de Colombia ha liderado una serie de investigaciones alrededor de la cuenca, y participado en otros de forma conjunta, como aconteció con el diseño del Plan de Ordenamiento y Manejo de la Cuenca Hidrográfica del Río Chinchiná (Pomca).