29 de marzo de 2024

¡VOLVIERON!

10 de febrero de 2016
Por Gustavo Álvarez Gardeazábal
Por Gustavo Álvarez Gardeazábal
10 de febrero de 2016

Por Gustavo Álvarez Gardeazábal

gustavo alvarezHacia 1930 don Braulio Botero, figura enhiesta del antiguo Caldas y defensor acérrimo de los librepensadores, batalló contra las prohibiciones clericales y montó en Circasia no solo la Escuela Libre ,donde se rompían los esquemas vaticanos de la enseñanza, sino el Cementerio Libre,para enterrar a los que la Iglesia no dejaba reposar en los cementerios por suicidas, ateos, masones, etc.

La Escuela no duró mucho tiempo pero el Cementerio está ahí, imponente, bellamente mantenido como símbolo de los librepesandores que aun quedamos en Colombia. Ha sido alrededor de ese cementerio que se ha mantenido por décadas el respeto a las ideas contrarias,la libertad de cultos y la tolerancia tanto en Pereira como en el Quindío.

Pero por estos días los fantasmas que obligaron a Braulio Botero a levantar la llama de la libertad han vuelto. En Pereira un concejal conservador ,llamado Steven Cárdenas, ha propuesto y quiere sacar adelante un censo de todos los gay de la trasnochadora y tolerante ciudad no para ponerles guardaespaldas ni para montar un Directorio Gay Pereiruto sino para estigmatizarlos.

Y al mismo tiempo, como si hubieran revivido los terrores, el alcalde de Quimbaya, Jaime Andrés Pérez, ha resuelto usar la justicia selectiva en contra de las ideas religiosas ajenas y le impondrá una multa de 64 millones de pesos al constructor del Templo Luciferino donde se adora al Diablo con el mismo empeño que en otras se adora a Dios.

El Steven de Pereira disimula torpemente su empeño segregacionista contra los gay en la aprobación de ayudas a la comunidad LGTB en el presupuesto de Pereira. El alcalde de Quimbaya camufla sus creencias alegando que a Satanás no se le puede hacer un templo sin su permiso. Así comienza la represión y se montan los pilares de una moderna dictadura.
PUBLICADO EN ADN,BOGOTÁ,FEBRERO 10 2016