29 de marzo de 2024

¿Cuándo alguien fallece, ¿quién tiene derecho a la pensión?

6 de febrero de 2016
6 de febrero de 2016

el campanario

(Recopilación de Tomás Nieto)

La respuesta a esta pregunta que formulan con frecuencia los usuarios de las redes sociales nos la trae Mónica Ceballos desde su sitio  [email protected], de Portafolio.com:

Los beneficiarios deben demostrar su conexión familiar con el muerto a través de los documentos que fija la ley.

Sin importar las circunstancias en que fallece un trabajador, sus familiares más cercanos tienen la potestad de reclamar la pensión de sobrevivencia y prestaciones sociales, pues el objetivo es protegerlos en esa circunstancia.

El núcleo familiar con derecho comprende a la esposa o compañera permanente, hijos menores de edad, hijos de 18 a 25 años que estu-dien, en condición de incapacidad, y padres o hermanos que dependan económicamente del fallecido, aclara Juan Manuel Charria, gerente de Charria y Asociados.

Además de las prestaciones sociales (prima de servicios, cesantías e intereses sobre estas) y la pensión, pueden solicitar indemnizaciones y vacaciones. Según el artículo 212 del Código Sustantivo del Trabajo, el beneficiario debe presentar las partidas eclesiásticas, registros civiles u otras pruebas que admita la ley, para acreditar el parentesco y relación. También, contar con testigos que avalen que son los favorecidos. La de-pendencia económica debe acreditarse por medios probatorios ordinarios.

Con un mes de antelación al pago de las prestaciones, el empleador debe notificar en la prensa local el nombre del fallecido y de quienes se acreditan como beneficiarios para evitar excluir a otros posibles favorecidos y así ‘curarse en salud’.

En materia pensional, el artículo 13 de la Ley 797 del 2013 reconoce como beneficiario vitalicio al cónyuge o compañero permanente mayor de 30 años, quien acredite una relación marital en los 5 años anteriores a la muerte del trabajador. En caso de que sea menor de 30 años al momento del fallecimiento de la pareja y no haya tenido hijos con esta, tendrá derecho a una pensión temporal por 20 años; sin embargo, debe cotizar en el sistema de pensión.

Si el fallecido estaba casado, no se separó legalmente y tenía una nueva relación, la pensión se dividirá entre las dos partes en proporción al tiempo de convivencia con el trabajador.

UN MANO A MANO ENTRE UN MEDICO VIEJO Y UN MEDICO JOVEN

Un viejo doctor estaba muy aburrido luego de haberse jubilado así que decidió abrir un nuevo centro clínico. Puso un letrero afuera que decía: “Doctor Martínez. Obtén tu tratamiento por 500 dólares y si no se cura recibirás 1000 dólares a cambio”. Justo en el barrio estaba el Doctor Lozano, un joven médico que creía que este “vejete” poco podía saber de medicina así que decidió ir a ganarse los 1000 dólares de recompensa y fue a visitarlo.

Entonces esto sucedió:

Doctor Lozano: “Doctor Martínez, he perdido todo el gusto de mi boca. ¿Me podría ayudar?”.

Doctor Martínez: “Enfermera, por favor traiga la medicina de la caja 22 y le da tres gotitas en la boca del señor”.

Doctor Lozano: “¡Puaj! ¡Pero si esto es gasolina!”.

Doctor Martínez:“¡Felicitaciones! Usted ha recuperado el gusto. Serían 500 dólares”.

El doctor Lozano se retiró muy enojado por el truco de su anciano colega y decidió volver un par de días después para recuperar su dinero.

Doctor Lozano: “He perdido mi memoria. No recuerdo nada”.

Doctor Martínez: “Enfermera, por favor traiga la medicina de la caja 22 y le da tres gotitas en la boca del paciente”.

Doctor Lozano: “¡Bah! ¡No lo haga! Eso es gasolina”.

Doctor Martínez:“¡Felicitaciones! Veo que ha recuperado su memoria. Serían 500 dólares por favor”.

Nuevamente el doctor Lozano se fue muy enfadado de la consulta de Martínez habiendo perdido mil dólares. Pero era tan terco que decidió volver una semana después para recuperar todo su dinero.

Doctor Lozano: “Mi vista se ha tornado muy débil. ¡Con suerte puedo ver un poco!”

Doctor Martínez: “Lo siento, pero para eso no tengo ninguna medicina. Así que aquí tiene sus 1000 dólares de vuelta (le entrega en vez un billete de 10 dólares).

Doctor Lozano: “¡Pero esto son sólo 10 dólares!”

Doctor Martínez:“¡Felicitaciones! Ha recuperado su vista. Serían 500 dólares”.

Moraleja de la historia: no porque seas joven significa que podrás engañar a un viejo.

Lo dice un Refrán del siglo pasado: ni con los santos, puyas, ni con los viejos, burlas…