Violento vendaval acompañado de granizada causó graves daños en Anserma
ANSERMA, 21 de septiembre de 2015. Un violento vendaval acompañado de granizada se ensañó a las tres de la tarde de este lunes sobre Anserma y destechó sedes oficiales, entre ellas la alcaldía, casas y negocios comerciales.
Hubo mucho pánico por la fuerza inusitada de los vientos que silbaban y se llevaban todo lo que encontraban a su paso.
En declaraciones a EJE 21, el alcalde Jorge Iván Duque dijo que el fenómeno fue de gran magnitud y causó daños considerables que en estos momentos son evaluados por los organismos de socorro y funcionarios de la administración municipal.
El alcalde Duque y sus suscretarios pasaron revista a las zonas afectadas y esta tarde realizaban un censo de damnificados para determinar las acciones a seguir.
El mandatario citó con carácter urgente el Comité Local de Atención y Prevención de Desastres con el propósito de cualificar y cuantificar la magnitud del fenómeno y determinar gestiones ante los gobiernos nacional y departamental para superar la emergencia.
Los vientos huracanados dejaron sin techo a la alcaldía, la Biblioteca Municipal, la Plaza de Mercado Cubierto, la Terminal de Transporte y por lo menos 300 viviendas.
«Nunca se había visto algo así en Anserma», expresó el alcalde Duque al dimensionar la magntidu del desastre.
Hasta el pasado mes de mayo se habían contabilizado 238 vendavales en casi todos los departamentos, pero principalmente en Sucre, Atlántico, La Guajira, Cundinamarca, Tolima, Putumayo, Cauca y Caldas. Han dejado tres muertos, 30 heridos, 255 viviendas destruidas, 8.616 averiadas y 9.143 familias damnificadas, según estadísticas de la Oficina de Prevención y Atención de Desastres. Los vendavales no son fenómenos climáticos nuevos. Son tan antiguos como el planeta. El año pasado, más de 300 afectaron a cerca de 102 municipios, de 24 departamentos.
La subdirectora de Meteorología del Ideam, María Teresa Martínez, le explicó a EL TIEMPO que los vendavales son frecuentes en días muy calurosos y soleados que, de manera abrupta, son interrumpidos después del mediodía por la presencia de nubes de gran tamaño (cumulonimbus) que traen lluvias y que se convierten en el principal combustible de esas fuertes corrientes de viento. Generalmente se presentan acompañados de tormentas eléctricas (El Tiempo).