28 de marzo de 2024

Colonias de hormigas, laboratorio de aprendizaje

4 de agosto de 2015
4 de agosto de 2015

hormigasManizales, 04 de agosto de 2015 . El análisis de las interacciones entre hormigas arrieras le permitió a un grupo de 22 estudiantes de séptimo grado, de una escuela de Palestina (Caldas), comprender y asimilar mejor conceptos como población, comunidad y ecosistema.

Este esfuerzo para buscar una manera más didáctica de entender definiciones básicas de las ciencias naturales y conocer su aplicación en problemáticas propias del entorno, se complementó con trabajo en equipo y salidas pedagógicas.

La investigación fue realizada en la Institución Educativa Monseñor Alfonso de los Ríos, del corregimiento de Arauca, por el docente Raúl Castaño Tovar, para optar al título de Magíster en la Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales de la U.N. Sede Manizales.

Se detectó que los alumnos tenían un alto grado de desconocimiento sobre estos temas, por lo que el profesor decidió utilizar la hormiga arriera (géneros Atta y Acromyrmex) para facilitar el aprendizaje.

En su trabajo, el investigador menciona que este insecto herbívoro se reconoce porque constantemente corta hojas de plantas y árboles, que luego lleva hasta su colonia bajo tierra, para cultivar un hongo que utiliza como alimento, fenómeno que constituye un claro ejemplo de ecosistema (sistema biológico constituido por una comunidad de seres vivos y el medio natural en que viven).

Aunque la cooperación mutua caracteriza a las hormigas en general, en la tesis se menciona que las arrieras representan un grado más avanzado de organización, pues están compuestas por una casta real, que es la única que se puede reproducir, y cientos de miles de obreras, que conforman subcastas unidas por la división del trabajo.

Fue toda esta dinámica social la que los estudiantes pudieron presenciar a través de técnicas como observación directa, diálogo y la realización de un diario de campo, que los llevó a complementar los conocimientos aprendidos en clase, a través de guías de trabajo sobre biodiversidad y clasificación de los seres vivos, niveles de organización, propiedades de las poblaciones, dinámica poblacional y curvas de crecimiento.

Luego de este proceso, los estudiantes presentaron una prueba que incluía preguntas sobre la conformación de las colonias y sus relaciones específicas, cuyos resultados se compararon con un examen previo, para así validar la asimilación de los conceptos por parte de los jóvenes.

En la evaluación previa, el promedio de respuestas correctas de los alumnos de séptimo grado fue del 31,1 %, frente al 68,9 % de respuestas erradas, mientras que en la segunda prueba estos porcentajes pasaron al 62,5 % de aciertos y al 37,5 % de errores, cifras que demuestran la efectividad del proceso de aprendizaje.

Entre las conclusiones de este trabajo, Raúl Castaño Tovar mencionó que la aplicación de actividades alternativas y novedosas de enseñanza-aprendizaje permitió replantear la manera tradicional de abordar las temáticas relacionadas con el componente ecosistémico en la clase de ciencias naturales y educación ambiental, y se convirtió en acción estimulante para los estudiantes y el maestro.

Además, los jóvenes conocieron de primera mano las problemáticas de sus ecosistemas, con la idea de sensibilizarlos en cuanto a la importancia de buscar soluciones viables a los problemas ambientales que atañen a su comunidad, donde es necesario aplicar de manera adecuada los conceptos sobre la relación entre individuo, población y comunidad.

(Por:Fin/MDG/MLA/AC)
U Nacional de Manizales