¿¡Qué es la imagen!?
Por Luciano de la Congoja
Yo soy un infeliz zapatero, mujeriego y atravesado.
No me importa mucho la vida. ¿Pa qué?
No sabés Palemón El Estilista, afeitero de no sé qué club de maricas, lo que yo sufro. A veces paso semanas que no llega nadie a mi zapatería. Pero eso sí, el fogón de leña de mi casita, allá en el Barrio Galán, no se puede apagar.
Me toca sablear a mis amigos con mentiritas….Que mi mujer se enfermó de gravedad, que van a echar a mi hijo del colegio por el atraso en el pago de mensualidades, que a mi hermano le dio un infarto, que a mi tía se le quebró una pierna…, para sacarles unos pesitos y no dejar que mi familia se muera de hambre…
¡Qué vida tan dura Palemón!
Me estoy desviando contando penurias que a nadie le interesan.
Vos sabés Palemón, qué es la imagen?
Dizque vale más que mil palabras. Eso me dice Guido Echeverri cuando llega de Bogotá y me visita.
Guido es muy charlatán y mentirosito. Después te contaré porqué.
El que tiene imagen, algo representa.
Yo, te confieso Palemón, la tengo y es la que nos distingue a todos los zapateros del mundo.
Los calzones un poco caídos, (se nos alcanza a ver la redondez del glúteo), rasgados como los que usan ahora esas muchachas de estrato uno, además desteñidos, las manos con sombras negras de todo usar el betún, la uñas sucias, gruesas y largas, los ojos chiquitos, el pelo mantecoso que volea sobre la frente, tufo aguardientero y por lo mismo, vinagroso, con pocos dientes, la nariz algo torcida, como la mía.
La imagen tuya, Palemón, es la de un viejo maricón como todos los de tu gremio. Nalgas estrechas y redonditas, voz suave con tono enamorador, cejas humedecidas con saliva, mirada coqueta, con un pie cruzado sobre el otro, el índice que toca sin querer la carnadura de los labios, como buscando quién se lo lleve a dormir.
¿No te has fijado cómo caminas? En puntillas, Palemón. No te conozco personalmente, peluquero de mínima cuantía. Te debes parecer a Hernando Salazar Patiño.Tienes que ser como todos eso gays, cínicos y esplendorosos, que usan pantalón ceñido y parecen que danzan cuando salen a la calle a buscar novio.
Yo soy un zapatero berraco, y hablo de puñaladas y de revólveres. ¡Ay del que se meta conmigo!
Tu Palemón , vives pendiente de la última moda , cómo se peinan las reinas de los barrios populares, y te ilustras sobre los enjuagues. Tu oficio es triste Palemón. (prepárate para otras entregas).