28 de marzo de 2024

Avianca nos tortura

3 de junio de 2015
Por Luciano de la Congoja
Por Luciano de la Congoja
3 de junio de 2015

Por Luciano de la Congoja

buhoDebo precaverme de Palemón el Estilista. Este peluqero del Club Manizales, ¿a qué horas leería a Guillermo Valencia, bomboso poeta parnasiano, para robarle el seudónimo que, como buen metiche, escogió para puñetearme cuando barrunto prosas? Intuyo que es un revistero de epidérmicas saturaciones intelectuales.

No escribiré más sobre este aburrido personaje.

Hoy quiero referirme a la empresa Avianca. Jamás me he subido a un pájaro de metal que vuela por los aires, porque le tengo pánico morir por allá arriba sin que nadie recoja mis restos. Pero sí escucho aquí, en esta zapatería, chismes de toda naturaleza. Quién creyera que me visitan ricos tacaños que le hacen remiendos a sus zapatos viejos porque los quieren, tal como lo escribió el tuerto López. Unos despotrican de Santos, otros de Uribe, algunos alaban la lealtad de Guido Echeverri, aquellos dicen que es un Judas,   y también hacen cábalas del dinero que a montones debe tener el representante Castaño. Con una chequera inagotable derrotó a la doctora Adriana Franco. ¡Pobre Partido Liberal!

Me estoy extraviando. Les decía que por boca ajena estoy enterado de todo. La zapatería es un confesionario.

Esta semana llegó un gordito, con facha de rico, con unos zapatos de zuela carcomida. Y me habló horrores de Avianca. Dijo él que es una desgracia que el Presidente de esa empresa sea el pereirano Fabio Villegas Ramírez. Expresa que a este señor solo le interesa el Aeropuerto de Matecaña, y el flujo de pasajeros que por allí aterrizan y decolan. El adiposo contertulio con palabras groseras me contó que una hija suya debía abordar el avión a las 9 de la mañana por la Nubia. Alegaron fallas ambientales en Manizales para trasladarla con otros pasajeros a Pereira. Por último le dijeron que el abordaje se iba hacer por Armenia. En síntesis, su martirologio duró de las 9 de la mañana hasta las 8 de la noche.

Dijo también el mofletudo en sus berrinches que permanentemente cancelan los vuelos por la Nubia sin explicación alguna, también que sin saberse cómo ni por qué cambian la progra- mación de los viajes, y que de unos 12 vuelos que diariamente se hacían por nuestro aeropuerto, los han rebajado para perjudicarnos.

Esas quejas son frecuentes y por ser receptor de ellas en mi humilde taller, abuso de su generosidad periodística para que la opinión se entere de estas graves anomalías.

Le juro que a Palemón poco le van o le vienen estas dolencias sociales. Para meterse en   carnadura ajena, hay que ser del pueblo como yo, tener alma arrabalera y un sentir cristiano para comprender las molestias de los samaritanos. Y Palemón es un arribista.