17 de abril de 2024

Duelo en el periodismo económico

6 de enero de 2015

william calderonFueron tales su empeño y fe en ese propósito que tan solo casi tres décadas después, hace unos veinte años, el mercado de la información del país comenzó a entender el campo de acción que ese nicho tenía.

Decidió la especialización

A mediados de los  años 70, su Gerente y Director, Rodrigo Ospina Hernández, decidió especializar el periódico en información económica, abandonando la anterior orientación política, considerando que en Colombia se requería un producto periodístico de tal naturaleza, inexistente hasta aquel momento no sólo en el país sino en gran parte de América Latina.

Fue así como surgió el acertado eslogan de «El Primer Diario Económico del País», modelo del periodismo económico en la región, que seguía los pasos del periódico «Wall Street Journal» de Estados Unidos, país donde Ospina Hernández cursó estudios superiores.

Otro avance del diario

A fines de los aaños 80 se pasó del Diario Económico al Diario Empresarial y Financiero, con más énfasis en los temas empresariales o microeconómicos que en los de carácter macroeconómico, en defensa de la iniciativa privada como gran motor de la economía, y con el propósito de ser «Una herramienta de trabajo» para los hombres de negocios, la mayor parte de sus lectores.

Hijo del Expresidente Mariano Ospina Pérez y Doña Bertha Hernández, una influyente dirigente política, Rodrigo heredó de su padre el gusto por el poder de la información y de su amorosa madre la autoridad férrea y el amor por las orquídeas colombianas.

Hombre de largas e intensas jornadas, encomendado a la Virgen Santísima, creyó siempre en la sangre nueva de cientos de comunicadores para darles una oportunidad en La República, convirtiéndolo, de paso, en la principal escuela de periodismo económico del país.

Periodismo de luto

Es cierto, el periodismo económico está hoy de luto, pero, sobre todo, agradecido con este hombre cuya constante actitud fue siempre el desafío, el de saber que se podía hacer algo distinto con un periódico que ya hoy pasa de los sesenta años, el de hacernos correr por las venas a sus discípulos algo tan apasionante como lo es el mundo de la economía y los negocios.

Viajero incansable

Rodrigo Ospina Hernández fue el hombre que viajó mucho más lejos del simple periodismo, dejando un legado de visión, pasión e inteligencia a todos quienes compartimos con él. (El Economista América).

Otros enfoques del duelo de la Casa Ospina

Causó un gran sentimiento de pesar el fallecimiento del doctor Rodrigo Ospina Hernández, quien fue durante muchos años alma, corazón y músculo de La República, que primero se llamó el diario de los hombres trabajadores y a la sazón se convirtió en el primer cotidiano económico de Colombia.

El querido empresario de origen antioqueño era uno de los hijos mayores del ex presidente Mariano Ospina Pérez y de doña Bertha Hernández de Ospina, que en gloria estén.

Varios sectores ciudadanos expresaron su solidaridad con los sobrevivientes de la muy respetada Casa Ospina, a la que se suma con todo respeto La Barca de Calderon.

Manifestaciones de duelo

El periodista Oscar Domínguez Giraldo, ex director de Colprensa, expresó su pesar por el fallecimiento del doctor Ospina Hernández.

Recordó que ambos trabajaron de la mano, en la conducción de la agencia de noticias, cuando el entonces gerente de La República presidía la junta directiva de la organización periodística que por entonces operaba en su sede propia del Barrio La Merced, en la diagonal 34 con la carrera quinta, al norte de Bogotá, muy cerca de Propaganda Sancho y de la revista Consigna, de orientación turbayista.

Un pupilo del doctor Rodrigo

El ingeniero Jairo A.Trujillo, experto en temas económicos, le dio este emocionado adiós al pionero del periodismo económico en Colombia, en su columna del diario Portafolio: Rodrigo Ospina Hernández

Lamento mucho su muerte. Fue un hombre de una tenacidad muy grande. Apasionado como todos los grandes. Con equivocaciones como todos los hombres. La historia le debe el premio periodístico a toda una vida y el reconocimiento a la iniciación del periodismo económico en Colombia.

Conmigo, fue especialmente cariñoso y, a la vez, exigente. A pesar de mi madurez, cuando fui gerente del periódico que él dirigía y del cual era propietario, aprendí muchas cosas buenas de él.

Siempre le tuve respeto y aprecio.

Soy testigo de su amor por el periodismo económico y empresarial, del cual fue pionero en Colombia.

A todos los accionistas de La República, sus empleados, los accionistas de El Colombiano, sus actuales propietarios, mi sentimiento de solidaridad y aprecio en estos momentos.

Que Dios le tenga en su gloria.’