29 de marzo de 2024

La trilogía sobre Álzate Avendaño provocará una enorme controversia: Gilberto Álzate Ronga

2 de abril de 2013
2 de abril de 2013

gilberto alzate

Esta trilogía, hecha a pulso a lo largo de casi una década por el reconocido historiador César Augusto Ayala D., le permitirá a propios y extraños conocer en profundidad lo que fue e hizo este caudillo conservador en momentos fundamentales en la Historia de nuestro país.

A Gilberto Álzate Ronga le pareció haber revivido en estos tres libros, la interminable película de los partidos tradicionales en el siglo pasado, donde su padre fue uno de los protagonistas de primera línea; revivió, al mismo tiempo, aquellos largas horas de inmaculados discursos, de reuniones políticas en los pueblos del Viejo Caldas, los conflictos entre unos y otros y, luego, la muerte del caudillo que lo cogió de sorpresa en cualquier rincón del país.

Álzate Ronga es abogado de la Universidad Javeriana, con énfasis en Ciencias Socioeconómica, y tiene una enorme experiencia en Derecho Civil, Comercial y Administrativo. Ha sido miembro del Consejo Nacional Electoral, en el período constitucional 1998 a 2002, además de ser miembro de la Comisión Exploratoria para los Diálogos de Paz con los grupos de autodefensa entre el 2002 y el 2004; fue árbitro, entre otros, en  Tribunales de RCN versus Comisión Nacional de Televisión; Caracol versus Comisión Nacional de Televisión;  Comisión Nacional de Televisión versus Telecom; y Gobernación de Cundinamarca vesus Devisab.

Ha sido abogado de diferentes empresas, entre otras, Tecnointer de Montajes S.A., Ecopetrol (defensa frente a acciones populares contra Contrato de Asociación con BP), Fidugán, Termoflores I y II, Consorcio Colombiano Industrial, Sociedad Eléctrica de Sochagota, Sociedad Eléctrica de Melgar, Benhur Herrera y Compañía, ASECON S.C.A.,  Ciudadela de la Salud S.A., Hospital Internacional de Alta Tecnología –HIAT- S.A. y Contraloría General de la República; y ha pertenecido a las Juntas Directivas del Inderena, de la Fundación Colmena para Vivienda Popular, de la Caja Social de Ahorro, de la Administración Postal Nacional y de Papelcol S.A. entre otras.

– De la trilogía escrita sobre Gilberto Alzate Avendaño por el profesor César Ayala ¿cuál considera usted que es su mayor virtud?

– Creo que la obra del profesor Ayala rompe con muchos de los paradigmas impuestos por la historiografía tradicional colombiana que tiene un sesgo liberal y de izquierda. Por ejemplo: sobre la Violencia de los años 40 y 50, sobre sus orígenes y alcance; sobre el sentido popular u demófilo de las propuestas nacionalista de los años 30; sobre el alcance democrático y social del pensamiento de Alzate y de la frustración que representaron para el país, como en el caso de Gaitán, sus muertes prematuras sin que ninguno de los dos hubiesen gobernado.

– Pero no es sólo la vida de Alzate…

– La obra, más que una biografía de Alzate y de su pensamiento político, narra la historia del conservatismo colombiano y del país durante esas tres décadas, 1928-1960, signadas por la confrontación partidista y el radicalismo partidario. Es una historia que permanecía silenciada y que Ayala rescata.

– ¿Por qué nunca se había intentado un trabajo tan minucioso sobre Álzate como el que realizó el profesor Ayala?

– Sobre cualquier personaje histórico es poco frecuente un trabajo de la dimensión del realizado por Ayala Diago sobre Alzate. En nuestro medio, tal vez es sólo comparable al trabajo del maestro Gerardo Molina sobre Las Ideas Liberales en Colombia.

– Pero ya se había escrito algo sobre su padre.

–  Sobre Álzate en vida y después de su muerte mucho se había escrito, pero se trataba fundamental mente de artículos periodísticos y de dos ensayos biográficos que no tenían como soporte una investigación tan exhaustiva. El profesor Ayala para realizar este trabajo, dedicó ocho años a la búsqueda de fuentes documentales, con la colaboración de estudiantes del programa de Historia de la Universidad Nacional. Su contenido es fruto de una investigación rigorosa, de manera que todo lo que se afirma está soportado documentalmente.

– ¿Cree que esta Trilogía constituye un hito en la historia política colombiana?

– Sí. Sin lugar a dudas porque rompe paradigmas.

– ¿Cree que este trabajo provocará controversia y hasta levantará polvaredas?

– La obra provocará controversia, no hay duda. Los historiadores e intelectuales colombianos podrán coincidir o apartarse de sus conclusiones, pero quienes discrepen, tendrán que afrontar la solidez de sus soportes y el rigor metodológico de su análisis.

– ¿Volver a hablar sobre Gilberto Álzate Avendaño es colocarlo en el sitio que siempre ha merecido en la historia colombiana?

– Creo que así será.

– ¿No cree que sea extraño que Ayala Diago hubiera encontrado en Alzate Avendaño una fuente histórica que permaneció oculta durante mucho tiempo?

– Creo que cabe destacar que el profesor Ayala es hombre de izquierda, hijo de comunista, de un militante de la Unión Patriótica, asesinado por esta causa. Cesar Ayala estudió Historia y su primera maestría la hizo en la Unión Soviética, de manera que en este trabajo analiza el pensamiento de un personaje, Alzate, de signo ideológico contrario al suyo. Se despoja de los prejuicios políticos y termina descubriendo a un dirigente político distinto al que habían descrito las narrativas de sus contradictores.

– ¿Por qué cree que hubo tanta demora en escribir un trabajo tan importante como éste sobre su padre?

– Como indiqué, un trabajo de esta dimensión sobre un personaje histórico es poco frecuente, o mejor, es excepcional.

– ¿Cuál cree usted que es la cualidad usted que es la cualidad más destacada Gilberto Álzate Avendaño?

– Álzate obraba movido por convicciones. Por eso era tan aguerrido en la defensa de sus ideas y en la controversia intelectual, aunque siempre dispuesto al diálogo con sus contradictores y a la búsqueda de consensos.

– ¿Siempre defendió sus convicciones con la seguridad de lo que estaba haciendo?

– Cuando estaba convencido de algo, lo defendía con ardentía y públicamente aún que supiera que los resultados políticos le serían contrarios. Así lo hizo, por ejemplo, al enfrentar la propuesta plebiscitaria que produjo su aplastante derrota en las elecciones parlamentarias del 58, o al lanzar la candidatura de Leyva contra la de Alberto Lleras. Además, atacaba a sus contradictores en el terreno de las ideas y nunca en el ámbito personal. Por eso muchos de sus enemigos políticos eran sus grandes amigos personales.

– ¿Con ésta Trilogía podrá estar Colombia segura de lo que fue este caudillo conservador?

– Toda figura histórica está siempre sometida a la controversia, a la opinión desarrollada desde diferentes ópticas y con el sesgo propio de cada analista. Pero creo que el trabajo de Ayala Diago permite tener una idea de Álzate mucho más real.

– ¿Quién es para Aya Diago, Gilberto Álzate Avendaño?

– Debo destacar que para Ayala, un personaje histórico no es solo lo que objetivamente corresponde por sus ideas y acciones efectivas, por los alcances y resultados de sus propias ejecutorias, sino también por la imagen que de él van construyendo sus seguidores, sus émulos y sus adversarios. Por eso en la trilogía aparecen las voces tanto de quienes lo defendían como de quienes lo contradecían e incluso lo vituperaban. La Trilogía recoge la controversia intelectual y política de esas tres décadas, sin soslayar nada que le pudiera ser desfavorable a Alzate. Aparecen todas las críticas y los señalamientos de su adversarios y así va construyéndose su figura y la dimensión real del personaje y de su legado al país.

– ¿demás de Historiadores y políticos ¿Quiénes cree usted que deberán leer este extraordinario trabajo del profesor Ayala?

– Como se ha dicho tantas veces, “quien no conoce la historia está condenado a repetirla”. Todo ciudadano que se interese por la suerte del país debe conocer su historia y participar en la discusión de sus alcances. Creo además que muchas de las ideas de Alzate sobre el Estado, la política colombiana, la necesidad de respuesta a las necesidades populares, sobre el orden y la libertad, siguen vigentes y pueden servir de inspiración a las nuevas generaciones que deben asumir el compromiso de transformar el país y sacarlo del marasmo político en el que se encuentra. Su mensaje estaba dirigido a la juventud de entonces. Decía que la política se hace o se la padece; se es su actor o su víctima y su mensaje tenía el sabor de alborada, el aliento de nuevos amaneceres.