29 de marzo de 2024

El retrato póstumo de Sarmiento

11 de marzo de 2013
11 de marzo de 2013

 

Esta semblanza de don Carlos Sarmiento fue publicada en el diario LA PATRIA, el 3 de diciembre de 2006.

A don Carlos, con el afecto de siempre.

Nacido en el municipio de Pavte, provincia de Azuay, en el suroeste de la hermana república del Ecuador, el 23 de Octubre de 1923, Carlos Sarmiento jamás imaginó que a sus tempranos 17 años dejaría para siempre su país  de origen  y recalaría en Manizales, que sería a la postre su segunda Patria chica,  donde formaría parte de la tripleta pionera del periodismo gráfico en el departamento de Caldas, al lado de su maestro, don Bernardo Zapata, y de su condiscípulo Hernando Cifuentes, quienes se le adelantaron en la partida hacia ese más allá que los poetas llaman cielo.

A sarmiento lo descubrió de paseo en estas queridas breñas para fortuna del periodismo colombiano el cronista Arturo Jaramillo, quien en 1949  oficiaba como redactor deportivo de LA PATRIA, luego de ver unas magníficas fotos que el joven ecuatoriano realizó en un encuentro que disputaba el Deportes Caldas, en Palogrande, correspondiente al torneo de fútbol doméstico que el club de la banda cruzada ganaría  un año después bajo la batuta de don Alfredo Cuezzo.

Don Carlos se encontraba de paso por Manizales, en un viaje de recreo que hacía aprovechando un receso de sus labores habituales como fotógrafo de los diarios El Universo y El Telégrafo, de Guayaquil, en donde trabajó  en sus inicios bajo la tutoría de otro fotógrafo, Rosalino Carchi, quien lo encaminó en la reportería gráfica que ha sido su pasión de toda la vida.

Sarmiento había conocido  nuestro territorio un año antes, en el 48, tras  una espectacular travesía aérea, en la cobertura para el periódico El Telégrafo de una carrera automovilística que empezó en buenos Aires., Argentina, pasó por Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y culminó en Caracas, Venezuela.

Luego de aceptar la propuesta de LA PATRIA, en el  49, la soltería le duró tres años.  Se casó en Manizales con Zulay Esterada, en 1952.  De la unión matrimonial quedan cinco hijos, Carlos Alberto, el mayor, siguió durante algún tiempo el oficio  de su padre, pero después se entregó a otros menesteres.

Todo el acontecer de la segunda mitad del siglo XX, en Manizales, ha sido captada por la lente mágica del maestro Sarmiento Segovia, quien hoy se encuentra descansando forzosamente en su residencia, como consecuencia de un derrame que lo sorprendió hace cinco meses.
carlos sarmiento
El maestro Sarmiento retrató con el mismo profesionalismo, gran talento y visión del ángulo  más apropiado, momentos tan disímiles como una pelea callejera a dentelladas entre dos perros sin amo, tema que le significó un premio internacional; el multitudinario recibimiento a Luz Marina Zuluaga, la eterna Miss Universo; la coronación de la Reina Internacional del Café; el gol de media chalaca de Alonso Botero. “El Pipa”, en el viejo estadio “Fernando Londoño”; el salto espectacular del toro abanto que se escapa de la arena y siembra el terror en el callejón de la plaza o tragedias tan pavorosas como la erupción volcánica del Nevado del Ruiz.  “Sus fotos hablan por sí solas.

Ellas, a color o en blanco y negro, han sido y serán su mejor carta de presentación”, sostiene su colega Winston Cabrera.

Versátil en todos los escenarios, la fotografía deportiva fue una de sus principales fortalezas y esto lo llevó a cubrir para el diario de casa y Nuevo Estadio los campeonatos mundiales de fútbol de México, en 1970, el del histórico tricampeonato de Brasil, y de Argentina, en  1978, el de la sucia componenda financiada en Buenos Aires con fondos de la dictadura del general Jorge Videla.

En su más de medio siglo al servicio de LA PATRIA, Sarmiento cubrió todas las ferias  de Manizales, los vistosos desfiles y las temporadas taurinas.  Con su trabajo contribuyó a la formación del más completo archivo fotográfico de que se tenga noticia en la región. En el registro gráfico de la vida en sociedad también fue clave.  Las parejas se casaban realmente cuando aparecían fotografiadas por don Carlos en la página de doña Aixa Garther de Salazar y no a la salida de la iglesia.

La apostilla: Esta anécdota es una prueba de la importancia que llegó a tener, en el medio, esta leyenda de la reportería gráfica caldense:

Una tarde de mayo de 1967 estaba  presto a posesionarse, en un acto privado, como alcalde de Manizales, el médico Rafael Henao Toro, el gruñón más famoso de la comarca, en el despacho del entonces gobernador Gonzalo Jaramillo.  El juez civil municipal que iba a tomarle el juramento tenía un poco de prisa y ordenó: “Bueno, empecemos ya”. Y don Gonzalo contraordenó: “No, no comencemos todavía…Esperemos a Sarmiento”. ¡Y quién es Sarmiento?, repuso el juez. “Es el fotógrafo de todos y para todo”, explicó el gobernador. “Ah…bueno…Esperémoslo, pues”, concluyó el funcionario judicial.