29 de marzo de 2024

¿Quién le teme a la paz?

29 de agosto de 2012

También algunas de las sectas que se mueven dentro del Islam, constituyen un himno a la guerra en tanto interpretan los mensajes de Alá en el sentido de acabar con los infieles, es decir, con los no mahometanos.  Y es un hecho que el mundo islámico es un inmenso campo de batalla.

El expresidente Bush no lo hizo mal en los Estados Unidos, prometiendo una guerra sin cuartel contra el terrorismo y todo lo que pudiera parecerse. Y aquí, el doctor Uribe, encarnizado enemigo de la guerrilla, sigue galopando en su campaña política con el mismo argumento de guerra sin importar los cambios de escenarios.

Para mí no hay duda que uno de los principales enemigos de la paz, al lado del doctor Uribe, es la misma guerrilla, porque  cada vez es más claro que el negocio del narcotráfico ha permeado hasta los tuétanos el otrora movimiento político guerrillero. En síntesis, Uribe y la guerrilla se necesitan mutuamente para poder desarrollar su plan de desarrollo: la guerra y después más guerra.

Pero la situación, sin que se quiera decir que es la óptima, sí ha cambiado en forma positiva o al menos hay unos indicadores que permiten avizorar un cambio positivo en el orden económico  y social. La restitución de tierras, el reconocimiento de grandes conflictos en el campo de la educación y de la salud y la revisión de las políticas de exploración y producción de minerales. En estas circunstancias la guerrilla se queda sin argumentos para continuar supuestamente en el empeño de devolver tierras usurpadas a los campesinos. Pero además, y esto es de hecho un poderoso argumento, hoy más que nunca los movimientos guerrilleros se encuentran fuertemente debilitados como producto de la confrontación y abandono de sus filas de muchísimos milicianos.

Entonces, la pregunta sería ¿Si la guerrilla, principal enemiga de la paz, quiere entrar en conversaciones para acabar con la guerra, cuál debe ser la actitud del gobierno?. Pues ya le preguntaron al exgeneral Harold Bedoya y respondió que a la guerrilla no se le puede creer. Se le preguntó al doctor Uribe y respondió que con la guerrilla no se debe negociar sino aniquilarla como él siempre pretendió hacerlo y no pudo. Y si le preguntan a las paramilitares la opinión, con seguridad responderían que no es posible dialogar con la guerrilla, que el gobierno debe es aniquilarla.

Un argumento esgrimido por el doctor Uribe para oponerse a los diálogos por la paz, se refieren al aspecto positivo que ello tendría para Chavez en la campaña presidencial de dicho país. Pero nosotros podríamos hacer también el ejercicio de pensar lo que sucedería si se logra un acuerdo de paz con la guerrilla: ¿cuál sería la propuesta de gobierno de Uribe?.