2 de diciembre de 2023

De ciertas cortesanas

30 de julio de 2012

alvaro marinBajo el título ‘De ciertas damas’, Carlos Lleras Restrepo, uno de los más grandes e influyentes estadistas de la historia colombiana, escribió una serie de deliciosas crónicas, que fueron publicadas en su semanario Nueva Frontera, y que posteriormente aparecieron recopiladas en un estupendo libro. A través de ellas, el brillante dirigente y escritor trazó una apasionante semblanza de célebres damas, recordadas por su notable, intrigante y tormentosa vida, junto a su visión personal de la influencia que ejercieron sobre el desenvolvimiento de episodios que alteraron la mente y el rumbo de imperios y naciones.

Por esas páginas, entresacadas de los relatos minuciosamente elaborados por notables periodistas e historiadores italianos y franceses, desfila el perfil lascivo de Messalina, el contraluz incestuoso de Lucrecia Borgia, el claroscuro espléndido de la condesa de Castiglione, la juventud rebelde de Beatrice Cenci y la belleza perturbadora de La bella Otero. Así mismo, Lleras retrata de cuerpo entero las intimidades trágicas de Claretta y Mussolini, y los devaneos prematuros de Napoleón y Désirée. En tono menor, hace también un boceto de las cortesanas de Venecia en tiempos de bárbaras pasiones.
Este magnífico ejercicio literario pone de relieve el verdadero alcance de la tradicional sentencia francesa ‘cherchez la femme’ –buscad la mujer–, sobre la que los investigadores penales articulan las causas de un sinnúmero de crímenes, tras los cuales, generalmente, se agazapan el poder, la intriga, la envidia, la ambición, la venganza o los celos de alguna dama.

Esta juiciosa tarea periodística también deja al descubierto la extraordinaria sensibilidad de Carlos Lleras como traductor idóneo y analista aventajado de la condición humana, lo mismo que el fino tratamiento de unas memorias tan turbulentas. Qué lejos está ‘De ciertas damas’ del morbo y de la frivolidad truculenta con que ahora se manosean las peripecias amatorias de los personajillos de moda, transformados en ídolos de la ignorancia y de la estupidez colectivas. Por eso, estamos como estamos.

La inclusión de afamadas meretrices en la obra mencionada nos sirve de antesala o abrebocas para aventurar una visión contemporánea alrededor de la relajación extrema de las costumbres sociales, del auge desenfrenado del consumismo lujurioso y del proxenetismo abusivo de los medios de información y entretenimiento. Estos nuevos paradigmas se reflejan en el epígrafe puesto en esta nota: Desde que el sexo se hizo más fácil de conseguir, el amor se ha hecho más difícil de encontrar. Es la misma dicotomía que existe entre valor y precio, sentimientos e intereses, emoción y razón, erotismo y genitalidad.
La rotura de los valores familiares y la globalización del comercio carnal han desencadenado una explosión pornográfica, que desconoce los mínimos preceptos de la decencia y de la moral. La moderna prostitución de élite se ejerce de la mano de cortesanas de lujo, de damas de compañía, de prepagos ‘en línea’, de modelos y modelitos, en otras palabras, siempre viene en el sugestivo continente corporal de mataharis criollas o de lolitas contemporáneas. Por eso dicen que no existe carga más pesada que una mujer liviana, máxime, cuando todo se hace por la plata.

En contraste con la alcahuetería VIP, nos topamos con el submundo del rebusque cotidiano en el que ejércitos de mujeres vulnerables tienen en la prostitución la única y precaria alternativa de subsistencia. Pero, irónicamente, esa no es ninguna vida fácil ni alegre ni, mucho menos, disipada; se trata simplemente de buscarle la comba al palo con los recursos disponibles.

Aun cuando no suene muy poético, conviene registrar una consecuencia de las prioridades que ahora impone la vanidad femenina, promovida por la feroz competitividad sexual y la banalidad de la imagen. Informan que, tras el sueño de la ‘vagina perfecta’, cada día aumenta el número de mujeres que se someten a intervenciones quirúrgicas por la creciente inconformidad con sus genitales. La forma, el tamaño, y el color de los labios son algunos de los motivos que llevan a las mujeres a someterse a la ‘labioplastia’, cirugía sobre la que existen inmensos y preocupantes vacíos científicos. Vea, pues, donde vamos.