29 de marzo de 2024

Candidatos más allá del populismo

8 de abril de 2011
8 de abril de 2011

Podríamos decir que esa decisión debe poseer varios componentes que la hacen más poderosa y que se apega a la esencia de lo que somos como seres humanos para legitimarse, al menos en nuestra propia conciencia. Conocimiento del programa de los candidatos, de su perfil profesional de su trayectoria, de sus logros en el campo académico y laboral, de su experiencia en el sector público, así como la forma en que actúa y se desempeña su equipo de trabajo deben hacer parte de los criterios para definir la elección.

Por fuera deben quedar aquellos factores que nos acercan a un candidato solo por lo que ofrece de candidato, como una estrategia para ganar el favor de los ciudadanos. Una decisión provista de necesidades no es objetiva ni resulta benéfica al momento de medir sus alcances colectivos porque en última instancia perdemos todos.

Los candidatos siempre emplearán prácticas repetitivas cada cuatro años para atraer nuestra atención. Su capacidad de expansión se dirige con fuerza y de manera sistemática sobre ese caudal de votantes que está representado en la población más vulnerable y que no se resiste al verbo convertido en promesa. Un mercado, cuadernos, la hoja de vida, juguetes y una suma infinita de bondades que se esfuman con la misma rapidez como aparecieron.

Usted, único dueño de su decisión, debe evaluar su verdadera posición frente al debate político que se avecina. Unidos al mismo compromiso que nos asiste como ciudadanos de un país democrático, debemos dar el mejor uso a este mecanismo que nos permite elegir a nuestros gobernantes, pero sin los engaños propios de un juego en el que se anidan intereses particulares para generar logros particulares, por encima de los criterios de la verdadera gestión pública.

Desde la orilla que nos corresponde como representantes del sector comercial y empresarial del Quindío, somos vehementes en afirmar que nuestra participación en la dinámica del desarrollo regional ha sido absoluta y decidida en aspectos como el pago de los impuestos y la constante y titánica tarea de generar fuentes de empleo permanentes. Ahora bien, exigir lo mínimo, es decir, candidatos que vayan más allá del populismo y las buenas intenciones, debe ser un derecho que nos permita fijar de manera firme nuestra visión que a veces parece avanzar con los ojos cerrados.

Tenemos los gobernantes que queremos porque así lo hemos decidido. La historia se repite o cambia en la medida en que usted se comprometa, finalmente la decisión siempre estará en sus manos.Crónica del Quindío.