28 de marzo de 2024

Política perniciosa

21 de marzo de 2011
21 de marzo de 2011

El argumento de que todos los políticos no son iguales es válido. Los hay competentes y entregados a la cosa pública. Pero estos generalmente no son profesionales de la política sino del mundo empresarial o de la función pública. Otra fuente de descrédito que aqueja a los partidos políticos suele ser la facilidad con que cambian sus principios ideológicos, sus programas o sus promesas; siempre que tal volubilidad les pueda resultar rentable electoralmente.

El desempleo crece, la población ocupada en la economía informal aumenta. El abandono de la educación y de la cultura ofrecen resultados públicos patéticos. La impericia técnica, la incapacidad y deshonestidad de altos funcionarios de las administraciones  llevan a nuestra región a uno de los más altos déficits en la capacidad de gestión de gobierno y a los más altos índices de corrupción y falta de transparencia. El ánimo social está exhausto. Frente a un presente cancelado y a un futuro incierto, la percepción social es que el terruño  se nos va de las manos  mientras todos ven las  señales de descomposición social y falta de esperanza.

 Invito a que asumamos con sentido autocrítico esta realidad, a admitir  nuestras fallas y reconocer que no hemos estado a la altura de las  circunstancias. Todos estamos en la obligación de darle a la sociedad una salida, cierta, pronta, democrática y, sobre todo, eficaz.

Armenia vive uno de los momentos más desdichados de su historia .Estos tienen al municipio en vilo. La capital del Quindío transcurre por vías de perversión política y económica, con graves consecuencias para la seguridad y  la moral pública. La pretendida imagen de desarrollo y progreso que se ha querido construir mediáticamente obliga a recordar de dónde venimos, cuáles han sido las aspiraciones de esta  sociedad, que hasta hace menos de medio siglo fue ejemplo señero. Pobre ciudad. ¡Siquiera se murieron los abuelos!