Más regalías por el oro
El senador Juan Mario Laserna propuso incluir en la ley del Plan de Desarrollo un artículo con una regalía creciente para el oro: desde 4% para la pequeña minería, hasta 12% para la producción superior a 100.000 onzas anuales. Además, propone que 70% de estas regalías deberán invertirse en proyectos ambientales donde se explota el oro.
La propuesta es una gran paso en la dirección correcta para corregir el absurdo régimen de regalías en el país, y es similar a lo que se propone en países como Perú, donde el partido de gobierno quiere elevar la regalía del oro hasta el 10%, o en Guatemala, donde la regalía llega al 50% cuando el precio del oro sea superior a USD 900/onza. Para Latinoamérica, el PNUD recomendó elevar la presión tributaría vía mayores impuestos y regalías a las empresas mineras para mejorar la distribución del ingreso.
Sin embargo, la propuesta es insuficiente y se queda corta frente a lo que Colombia está plantea a los inversionistas para explorar y producir petróleo. Aunque este negocio tiene muchos más riesgos y costos que el del oro, la regalía que deben pagar también es creciente, y llega hasta el 25%, el doble de la del oro.
La regalía petrolera también es creciente en función del precio internacional. Cuando este es superior a un precio de referencia de alrededor de USD 33 por barril, las empresas petroleras deben ceder al Estado un porcentaje creciente de la producción, que va del 30% al 50%. Con el precio del petróleo rondando los 100 dólares, el Estado recibe 40% de la producción adicional, con lo que la participación total del gobierno (el “government take”) puede superar el 70%. Y aún así, las multinacionales petroleras hacen inversiones multimillonarias en Colombia.
Otro aspecto discutible de la proposición de Laserna es el destino de la regalías auríferas. Es plausible querer destinar 70% a proyectos ambientales, siempre y cuando no sea para reparar los daños ambientales enormes causados por las empresas mineras. El daño ecológico sí hay que repararlo todo, pero no con las regalías, sino que las empresas mineras deben pagar por restaurar los ecosistemas con dineros distintos y adicionales a las regalías que compensan al Estado por la apropiación de los recursos no renovables. Así lo ordena el artículo 80 de la Constitución.
Sería mejor que un buen porcentaje de las nuevas regalías del oro se dedicara a fortalecer los mecanismos contra la evasión en el pago de las regalías, que según Analdex, puede llegar a unos USD 17 millones, es decir, más de 25% de lo pagado.
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COLETILLA. Qué bueno que el Partido Conservador tenga representantes pulcros y progresistas que plantean estas propuestas acertadas, y le hacen así contrapeso a los muchos políticos conservadores corruptos y tramposos investigados por Fiscalía y Procuraduría por robarse a tantas entidades del Estado. El Universal, Cartagena.
