Embriagarse y conducir, no riman…
La verdad sea dicha las pérdidas de vidas causadas por seres irresponsables que manejan con tragos, como en los casos del comerciante Jorge Enrique Ayala Ayala y el Abogado Fernando Abello España, en Duitama y en el sector norte de Bogotá, respectivamente, deben ser penalizadas sin ninguna contemplación y esta debe ser la consecuencia inmediata con motivo de los últimos hechos ocurridos en las mencionadas ciudades y en todo el país.
El individuo que incurra en este fatal error seguro que no tiene el debido respeto para las demás personas y mucho menos por él mismo y la ley, por lo tanto, debe penalizarlo sin ninguna contemplación.
Estos fatales hechos nos dejan a todos los ciudadanos la más elemental lección de respeto y maneras de llevar nuestra vital existencia y esto es, en síntesis, nunca mezclar licor y gasolina.
Si en lo corrido del presente año, más de 200 personas han muerto en Colombia en accidentes ocasionados por conductores en estado de embriaguez, la sola lectura de esta dato nos debe llevar a la gravedad de este delicado problema.
Además, todos debemos tener en cuenta que según organismos internacionales de salud las defunciones por accidentes relacionados con el alcohol (choques, atropellamientos y suicidios) ocupan los primeros lugares entre las causas de muerte en muchos países del mundo…