28 de marzo de 2024

Ex funcionarios del gobierno de Correa sí tuvieron nexos con las Farc

11 de diciembre de 2009
11 de diciembre de 2009

Una zona boscosa, entre Santo Domingo de los Tsáchilas, Esmeraldas y Manabí, en el corazón del país, fue  refugio de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El lugar es conocido como la Bocana del Búa y, según la Comisión de Transparencia y Verdad de Angostura, una  hacienda de la zona fue ocupada por un jefe guerrillero buscado por narcotráfico, tráfico de armas y precursores.   

En abril, el libro ‘El juego del camaleón’, del periodista Arturo Torres, reveló que pobladores de la Bocana del Búa atribuían crímenes a un hombre de origen colombiano llamado Casimiro, quien arrendaba una hacienda y recibía a hombres que llegaban en helicópteros, con trajes militares.

Este Diario lo investigó y estableció que la hacienda pertenecía  al general (r) René Vargas Pazzos, quien el 10 de julio de 2008 declaró en la Notaría Vigésima Sexta de Quito ser  propietario del rancho Christian, de 1 000 hectáreas en la Bocana del Búa. La familia Vargas dijo que la arrendó, entre 2003 y 2007, a dos colombianos: Casimiro Sulvana Martínez y Rigoberto Riapira Salcedo.

Ayer, la Comisión de Transparencia del Caso Angostura, al presentar su informe, sacó a la luz una ficha clave del  rompecabezas. “Casimiro fue identificado por los investigadores de la Comisión como Óliver Solarte, vinculado con los hermanos Ostaiza”, dice el documento, el cual fue entregado por la mañana al presidente  Rafael Correa.

Óliver Solarte es el jefe financiero del Frente 48 del Bloque Sur de las FARC. Desde el bombardeo colombiano del 1 de marzo de 2008 a Angostura, las FF.AA. del vecino país han dicho que se refugia en Ecuador. Las FF.AA. ecuatorianas lo rastrean.

El informe final de la Comisión, de 131 páginas, hace un análisis de  actores relacionados directa o indirectamente con el ataque del 1 de marzo de 2008, que abatió a Raúl Reyes, líder de las FARC, y a otras 25 personas: la Base de Manta, Inteligencia, la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB), posibles vinculaciones…

El capítulo IV refiere al último punto. Allí se habla del Gral. Vargas Pazzos, quien fue relevado del cargo de embajador en Venezuela, el 30 de septiembre último.

Según el informe de la Comisión, una fuente humana informó de presuntas irregularidades en la sede diplomática en Caracas: supuestas “extorsiones a particulares a nombre de las FARC; desarrollo inconcluso de un proyecto de creación de una escuela de formación política para las milicias bolivarianas; haber dispuesto se asista en su representación al II Congreso de la CCB en Quito, el 22 de febrero de 2008”.

La Comisión estableció posibles nexos de Solarte y la CCB con José Ignacio Chauvín, ex subsecretario del Ministerio de Gobierno. De Chauvín dice que “con el apoyo de Juan de Dios Parra logra ingresar como funcionario y activista de la Aldhu, concentrando sus actividades en la zona de la frontera colombo-ecuatoriana, particularmente en la provincia de Sucumbíos y el departamento de Putumayo, en donde se relaciona con guerrilleros como Freddy Castillo, quien es uno de los hombres de confianza de Óliver Solarte” (página 106).

Además, creó “la Red Solidaria Campesina supuestamente con refugiados, más resultaron ser informantes, abastecedores y milicianos de las FARC, según verificaciones realizadas por los investigadores de esta Comisión”.

Chauvín creó “la Brigada Simón Bolívar, que no es sino un brazo de la CCB, que a su vez es el brazo político de las FARC”.

“Esta Brigada cuenta con jóvenes de organizaciones barriales en el centro y sur de Quito”. “La participación y organización político-militar de los integrantes de la Brigada Simón Bolívar (BSB) incluye entrenamiento de supervivencia en ambientes de selva. Estas actividades fueron desarrolladas en un campamento de Lita (Imbabura). Su objetivo político-ideológico es la formación del Ejército Popular de Liberación del Ecuador”, dice la Comisión.

El informe relaciona a la BSB con el ex ministro de Seguridad, Gustavo Larrea (página 103). “El poder de convocatoria de masas de Gustavo Larrea se sustenta en los integrantes de la Brigada Simón Bolívar, particular que se evidencia en las concentraciones populares convocadas por Larrea, de respaldo al Régimen”.

Recoge la versión del mayor (r) Manuel Silva, ex jefe de la UIES, quien dijo que -según una fuente- Larrea supuestamente visitó a Raúl Reyes en Angostura. Allí, el jefe guerrillero le habría pedido que cambie al general que estaba hecho cargo del área. El jefe policial de Sucumbíos, “Gonzalo Cabezas fue dado el pase a la provincia de Guayas como comandante provincial”, dice el informe.

Horas después del bombardeo del 1 de marzo, dice el texto, el jefe de Inteligencia militar, Mario Pazmiño, refirió una situación inusual generada por Larrea, “por su impaciencia y premura para ingresar al campamento de Angostura. Particular que es confirmado por Wellington Sandoval (ex ministro de Defensa)”, quien dijo: “Era cierto que el general González preveía el peligro de que haya insurgentes en la periferia y Larrea disgustado expresó ‘bueno, si ustedes no quieren irse yo me voy con la Policía’. Yo repliqué: ‘Carajo, qué pasa. Si nos vamos, nos vamos con el Ejército’”.

Según el documento, “la hija del general René Vargas Pazzos, llamada Alexandra, fue removida de su cargo de secretaria de la Vicepresidencia de la República supuestamente por haber afirmado que ‘Gustavo Larrea le va a hacer un golpe a Correa’. El nombramiento de Embajador para Vargas era boicoteado por Francisco Suéscum, quien estaba como embajador de Venezuela y que era de la línea de Gustavo Larrea”.

Principales conclusiones del informe de la Comisión de Angostura

La Inteligencia estratégica procesada (por EE.UU.) en la Base de Manta fue fundamental para el seguimiento y ubicación de Raúl Reyes, como blanco prioritario para el Gobierno de Colombia. El convenio de la Base de Manta firmado para el control del narcotráfico rebasó sus fines y propósitos.   

En el continente hay la pretensión (de las FARC) de formar un movimiento para implementar acciones políticas y/o militares para la toma del poder. Las FARC tuvieron la capacidad de desarrollar, en Ecuador, su estrategia de relaciones internacionales en el  II Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana. 

La presencia de los Grupos Irregulares Armados de Colombia (GIAC), mediante la instalación de campamentos y laboratorios de procesamiento de droga, configura una permanente violación a la soberanía nacional y a la integridad del territorio ecuatoriano.

Las FARC y el narcotráfico han logrado penetrar varias instancias de los organismos políticos, judiciales, culturales, sociales en  Ecuador. El Ecuador dejó de ser un país solo de tránsito para empezar a ser un lugar de procesamiento. Pese a los operativos de control contra el narcotráfico, la justicia no ha podido determinar a los principales responsables.

La incursión militar colombiana sobre el campamento de Angostura constituyó una fragrante violación a la soberanía nacional y a las normas de origen internacional. Informes periciales realizados sobre algunos cadáveres determinaron que hubo violación a los Derechos Humanos.  

El sistema nacional de Inteligencia no ha estado integrado y coordinado entre los servicios institucionales de las FF.AA. y de la Policía. El financiamiento externo otorgado como cooperación determinó el sometimiento de los mismos a los intereses de terceros países. La información reservada del Estado debe ser protegida.

Reacciones

Gustavo Larrea / Ex ministro

Lo que dice Vizuete es un problema de locura

En el informe de la Comisión no hay una referencia concreta que no se haya publicado y que en su momento no la haya desmentido. Por ejemplo, se dice que el 7 de febrero de 2008 habría estado en Angostura y demostré que ese día estaba en Quito e incluso di entrevistas a los medios de comunicación.

Lo que dice sobre mí Julio Vizuete (supuesto escribano de Raúl Reyes) creo que es un problema de locura. La información de sus diarios no tiene asidero. Ahora la verdad se impone y espero que la reivindiquen.     

José I. Chauvín / Ex subsecretario

La Brigada Simón Bolívar no es un brazo de las FARC

La Brigada Simón Bolívar no puede ser un brazo de la Coordinadora Continental porque se creó mucho antes y  tampoco de las FARC como  quiere hacer creer la Comisión de Angostura. Del bombardeo colombiano  me enteré por la red de campesinos que existe en la frontera, ellos regaron la noticia. Sobre mi relación con Freddy Castillo, no hay evidencias de que él sea de las FARC o cercano a Óliver (Ólidem) Solarte. Lo que existe es un informe de Inteligencia militar que yo lo tenía desde hace tiempo.

Alexandra V. / Hija de René Vargas

Casimiro me mostró una cédula ecuatoriana

Lo que dicen de mi padre es una vil telenovela con verdades a medias que se publicaron en un libro. Yo administré la hacienda desde 1997 y la arrendé a Casimiro, pero no a cambio de dinero, sino de obras. Se comprometió a recuperar los pastos, corrales, la casa de la guardianía… Incluso mostró una cédula ecuatoriana, antes de firmar el contrato. Si ese no era su verdadero nombre (como dice el informe de la Comisión, que lo señala como jefe de las FARC) cómo iba a saberlo.

Ma. Augusta Calle / Asambleísta

Di mi firma para un acto sobre Simón Bolívar

Estuve en una reunión en la Fundación Guayasamín, en 2007. Un grupo de jóvenes se sentó para informarme que iba a organizar un encuentro sobre el pensamiento de Simón Bolívar y que querían que les presten una aula de la Casa de la Cultura. Conocí de la existencia de la Coordinadora Continental Bolivariana cuando saltó el escándalo de que yo había firmado una carta (para el Congreso). En ninguna parte de todo el trámite de la Casa de la Cultura está la carta firmada por mí. Su versión en la Comisión