29 de marzo de 2024

En junio será operado joven gigante pereirano

13 de junio de 2009
13 de junio de 2009

Rodrigo, que ya mide 2,10 metros, será operado a fines de junio en Pereira, en el departamento de Risaralda y a unos 175 kilómetros al oeste de Bogotá.

A los 18 años, ya Rodrigo medía 1,86 y su madre, Mery Betancur, preocupada porque su hijo se quejaba de constantes dolores de cabeza y de espalda, lo llevó al médico en Pereira, dijo ella en entrevista telefónica.

A Rodrigo le diagnosticaron entonces "acromegalia", una enfermedad que genera un exceso en la producción de hormona de la que depende el crecimiento del cuerpo, explicó en diálogo telefónico la doctora Indira Arana, internista del Hospital San José, en Bogotá, donde se tratan la mayoría de casos de acromegalia en el país.

La operación a la que será sometido Rodrigo es para retirar un tumor que presiona su hipófisis, donde se genera la hormona del crecimiento, dijo la doctora Arana, al resaltar que en el Hospital San José se tratan actualmente al menos otros 25 casos de acromegalia, pero ninguna de la altura del joven.

En caso de no operarse, Rodrigo podría sufrir más adelante de ceguera y parálisis, dijo la médica.

Aunque no es el único caso conocido en el país, los medios locales revelaron esta semana los problemas que tiene Rodrigo incluso para dormir porque no hay cama en la que quepa, o para vestirse y conseguir calzado de talla 55 en Dosquebradas, el pequeño poblado de Risaralda, donde reside con sus padres y tres hermanos más, una familia de escasos recursos.

La foto de Rodrigo, con la cabeza agachada dentro su casa, apareció en la primera plana del diario El Tiempo en la jornada.

En la calle "hay unos que lo miran, hay otros que lo critican y se reían de verlo tan grande…muchos se burlan de su forma de ser", dijo la madre.

Rodrigo, quien camina dentro de su casa agachado debido a que supera la altura del techo, pasa el día sentado viendo la televisión y se siente tan diferente a sus compañeros que su madre dijo que abandonó los estudios cuando apenas terminaba la escuela primaria.

La madre dijo que no acudió a los médicos para operar antes a Rodrigo porque carecía de los fondos, pero viendo que su hijo seguía creciendo y sufría de dolores interpuso una acción legal en diciembre del 2007 que más tarde ordenó que el sistema público de salud costeara todos los gastos.

"Yo no tengo amigos", dijo Rodrigo en diálogo telefónico. "Sueño con tener un computador, estudiar ingeniería en sistema", aseguró.