28 de marzo de 2024

Vida, pasión y músculo de Eucario Bermúdez (1)

31 de mayo de 2009
31 de mayo de 2009

Como el talento no se jubila, los celebra todos los días de la manera que más le gusta: haciendo radio, interactuando con la gente, tratando de hacer un buen trabajo y aportando algo a la comunidad latina afincada, como él, en la capital del sol.  
Nacido por equivocación de la cigüeña en Timbío, un pequeño pueblo olvidado  del departamento del Cauca, el 27 de noviembre de 1934, este manizaleño por elección y convicción disfruta del calor hogareño, de su esposa de 43 años, de su tres hijos, tres nietos y otro que está en camino. Siempre recibe el estimulo de quienes le escuchan frente al micrófono de Caracol haciendo el aporte cotidiano al medio que le ha permitido estar vigente por tan importante periodo de su existencia. El considera que han sido suficientes los reconocimientos recibidos a lo largo de su carrera.

Se inició muy joven en la Escuela Apostólica de Santa Rosa de Cabal cuando de seminarista los curas descubrieron que tenia una excelente voz  y lo ponían a leer los libros en el púlpito del refectorio (sala utilizada como restaurante o comedor)  o en "La Voz de la Conciencia", como le decían al amplificador y los parlantes por los que los futuros pastores de almas jugaban a la radio.  (Tantos años y no sabíamos que Eucario había estudiado para Papa y claudicó en sus comienzos, cuando empezaba a familiarizarse con el Catecismo del padre Astete).

Tras la deserción del seminario en la ciudad de las araucarias (casi tocayas suyas) fue a parar a la radio porque estaba convencido de que tenía un buen timbre de voz, una buena dicción y una asombrosa capacidad para la improvisación. Enterado de que el periodista Leonidas Trujillo Escobar iba a montar un noticiero le ofreció sus servicios de locutor. Sorprendido por el atrevimiento del ex seminarista lo llevó a los estudios de Radio Luz y leídos los primeros renglones, lo contrató. El noticiero se llamaba “La Hora” y era todo un  botafuegos contra el gobierno militar de la época. Fue tal el éxito que el general  Gustavo Sierra Ochoa se lo llevó para la gobernación  a que le montara la competencia a Leonidas, cuyo noticiero clausuró pocos meses después de aparecido. “Qué traición tan horrible”, reconoce Eucario. Salieron  entonces con “La Hora de Caldas”,  por Transmisora, en cadena con la Voz de Pereira y la Voz del Comercio, de Armenia, con lo que le daban cobertura completa al territorio caldense, antes de la doble segregación.

En la foto Ignacio Escobar, ex gerente y fundador de Transmisora Caldas, el padre Leoncio Morales, de la comunidad Claretiana, y Eucario Bermúdez
eucarioPero la vida de este calificado comunicador de masas no fue siempre color de rosa con todos los gobernadores militares de Caldas.  Padeció las verdes y las maduras con el repugnante y despiadado coronel Gustavo Cuervo Araoz, a quien los manizaleños apodaban a sus espaldas “Cuervo Atroz”. Este neroniano oficial del ejército les echó las culebras del serpentario del Batallón Ayacucho a las señoras que se atrevieron a participar en las grandes manifestaciones contra la dictadura, realizadas en la Plaza de Bolívar. Alguna vez le disparó con un fusil desde la terraza del Palacio Amarillo a quien resultó ser un niño  que se entretenía con una escopeta de juguete. El coronel Cuervo redondeó sus mezquindades “deportando” de Manizales a Bogotá  al unigénito de doña Margarita Ramírez. Como no hay mal que por bien no venga, en la capital del país tuvo la fortuna de conocer a don Fernando Gómez Agudelo, (director-fundador de Inravisión)  que le abrió posibilidades de trabajo en la fundación "Sendas", entidad que dirigía Maria Eugenia Rojas, la hija del presidente Rojas, en el manejo de espacios para la televisión educativa. Tiene recuerdos gratos del general Gerardo Ayerbe Chaux, un gran caballero y del inteligente, buen amigo,  aguerrido pero poco querido Coronel, luego General Gustavo Sierra Ochoa, su jefe durante un importante periodo de su vida al frente de la ‘Odipe’.

Se hace lenguas Don Eu al evocar desde Miami la vieja radio manizaleña, en la que hicimos la primaria, la secundaria y hasta la universidad:
“Era algo muy incipiente, pero dinámico para el marco de la pequeña ciudad que los Restrepo y “Los azucenos" se negaban a que creciera por temor a que dejara de ser bucólicamente amañadora. Eran Radio Manizales,  con don Alberto Hoyos Arango y Leonidas Otálora Gómez, "El jilguero del Ruiz". Emisora Electra, la pionera. Radio Luz, “La jacarandosa", como su propietario, don  Jorge Hoyos Giraldo, “El gavilán pollero”, y la naciente Transmisora Caldas, sorprendiendo por la dinámica inagotable de Ignacio Escobar Uribe, mi gran impulsor, el que me abrió paso para ingresar a la nómina de narradores de RCN en la Vuelta a Colombia y  el que me acompañó en el audaz reto a la sociedad de la época con la elección y no designación (por decreto o a dedo) de Luz Marina Zuluaga como la representante en el concurso nacional de belleza de Cartagena”.

La apostilla: El espacio se agota, por hoy, pero la segunda parte de la historia de la radio, reconstruida con el concurso de una de sus principales figuras,  vendrá el domingo 7 de junio, D.m.